Una edición más de la pasarela 080 Barcelona Fashion y con ella una nueva edición de 080 Reborn, el proyecto más personal del evento de moda internacional que se celebra en la capital catalana. Una propuesta que en esta ocasión celebró su tercera convocatoria y que en esta ocasión volvió a estar a cargo de Fermín & Giles, dos veteranos estilistas que pueden presumir de haber trabajado con Comme des Garçons, Hermès o Marithe & Francois Girbaud. Y que para presentar esta colección volvieron al formato desfile, dividido temáticamente en cuatro bloques diferenciados, tras la performance que nos propusieron el pasado abril.
«No resulta sencillo definir un hilo conductor porque en realidad son varios», adelantaban sus responsables sobre su nueva propuesta. “Algunos son la contracultura y los movimientos sociales y culturales en general. Pero después de pensarlo mucho escogimos cuatro momentos históricos muy significativos: la Revolución Francesa, el movimiento punk de los años 70, la revolución cultural china y el movimiento TCIYF de Soweto, el colectivo de trash punk sudafricano”, resumían.
Para ello, seleccionaron una serie de prendas que ya existían y que después se convertirán en otra cosa, para otra persona. “Escogemos lo que nos parece interesante y evocador a nivel de diseño, la calidad de los tejidos, pero sobre todo piezas nos inspiren”, reconocían a Vogue España los estilistas, que se sienten afortunados por el acceso que tienen a asociaciones benéficas, plantas de reciclaje y tiendas de segunda mano.
El resultado fue una colección basada en el proceso de upcycling. Piezas únicas que a posteriori se convierten en objetos de deseo para aquellos que deciden incorporarlas a sus vestidores, conscientes además de que están formando parte de la cadena de un proceso de sostenibilidad con mayúsculas. “Lo deseable es prolongar la vida útil de las prendas y disminuir la cantidad de residuos textiles”, explicaban Fermín & Giles horas antes del desfile. “Se trata de fomentar un consumo consciente porque los recursos no son ilimitados y la producción textil consume grandes cantidades de recursos naturales”.
Aunque lo interesante de esta propuesta no es únicamente que promueva una mentalidad responsable hacia la moda sino que además permita al público acceder a estilos únicos y vanguardistas, sin renunciar a sus convicciones. “Muchos asistentes se han sorprendido al descubrir la creatividad y originalidad que se puede conseguir al reutilizar prendas consideradas viejas”, aseguraban. “Somos optimistas y en esta ocasión esperamos que la respuesta sea aún más entusiasta. Estamos trabajando e incorporando nuevas ideas y sorpresas que hagan el desfile aún más atractivo”, confesaban horas antes de la cita.