Lo sabemos, la premisa de referirnos a estos bañadores blancos como los más bonitos del cine, sin mayor justificación detrás, puede sonar un tanto ambiciosa. Pero la realidad es que proceden de dos de las películas más reseñadas en la cultura pop por su vestuario. A un lado, tenemos Expiación (2007), la producción con el que quizá sea el vestido cinematográfico más reseñado de Internet. Al otro tenemos Alta sociedad (1956), con una Grace Kelly que no necesita ningún respaldo para hacer que todo filme en el que figure tenga las escenas más elegantes de la gran pantalla.
Haciendo un repaso de sus fotogramas más conocidos, podemos encontrar precisamente a unas respectivas Keira Knightley y Grace Kelly en todo su esplendor, luciendo en particular sendos bañadores blancos que merecen toda nuestra atención. El vestuario de Expiación corrió a cargo de Jacqueline Durran, con la que ya había colaborado Knightley en Orgullo y prejuicio. De la época de Regencia se traslada esta vez al verano de 1935. “Con la ropa de Cecilia Tallis, todo tenía que ser lo más ligero posible, para que fuese esa bonita mariposa marchitándose en el calor”, comentó en su día la figurinista al respecto del personaje de Knightley. El bañador blanco que lleva en esa icónica escena sobre el trampolín fue una tarea ardua para que no pareciera “sofocado y anticuado al ojo moderno”. Para el diseño, encontró inspiración en las exuberantes imágenes que el fotógrafo Jacques-Henri Lartigue tomó de las bellezas en las playas de la Riviera francesa durante los años 20 y 30. Mientras que los modelos de la época estaban elaborados en una lana muy pesada, el que lució Knightley estaba hecho de un material sintético elástico, más práctico.
Keira Knightley en ‘Expiación (2007).Everett /Cordon Press
