Las bodas en l’Empordà dejan claro que son capaces de acoger cualquier boda, independientemente de su temática o estética. Sus fincas y masías son espacios completamente versátiles donde las novias más boho hasta las más arriesgadas brillarán junto al resto de la decoración del evento.
La boda en l’Empordà de Paula y Nacho: cuando la familia y los seres queridos convierten una celebración bonita en un recuerdo inolvidable
“Una tarde, estaba paseando con una de mis mejores amigas y decidimos parar en un restaurante para tomarnos algo en la terraza. Al entrar al restaurante para pedir, nos dimos cuenta de que había una fiesta privada en el interior con muchísima gente. Mientras estábamos en la barra apareció Nacho con otro amigo y, de la nada y con una sonrisa, me preguntó si quería que me guardara el casco de moto que llevaba en la mano. Yo, algo desconfiada, le dije que no y me fui a la terraza. Al cabo de un rato, Nacho y su amigo salieron fuera y se unieron a nuestra mesa. Empezamos a hablar los cuatro y, sin darnos cuenta, iban pasando las horas y finalmente acabamos mi amiga y yo cenando con Nacho y todos sus amigos», contaba Paula sobre como comenzó su historia de amor. Nacho estuvo siempre presente en los pensamientos de ella desde esa noche, y varias conversaciones, citas y cinco años de relación más tarde, decidieron unirse en matrimonio en una ceremonia en la Iglesia de Sant Esteve de Peratallada, una celebración en Mas Sendra y un evento plagado de amor de todos sus seres queridos.
Paula lució un diseño de Claudia Llagostera: «Añadió a mi vestido un detalle muy especial. Dentro del vestido, en el lado del corazón, me cosió un lacito para que pudiera llevar atado un anillo que me regaló mi madre de parte de mi hermano Román, el lazo y el anillo fueron mi algo azul, la piedra es una agua marina», explicaba la novia. Este vestido lo combinó con unas sandalias de Flordesaoka regaladas por sus amigas y unos pendientes diseñados por otra de ellas.
La boda en Girona de Andrea y Sergi: una celebración íntima inspirada en un día de campo en el Empordà y una novia con botas cowboy
El festival Burning Man fue lo que inspiró a esta pareja en su boda celebrada en el Molí de la Torre (El Far d’Empordà, Girona). Para lograr esta atmósfera se valieron de unos arreglos florales en color rojo salpicados de toque de rosa silvestre. A pesar de que los rasgos de la temática principal eran muy fuertes, los novios quisieron respetar al máximo el estilo del lugar de la celebración mediante una decoración muy neutra. El segundo vestido de la novia también respiraba la esencia festivalera, ya que se trataba de una pieza corta y plateada hecha a medida para ella.
Para su vestido de novia, Andrea eligió un diseño con escote “Bardot” confeccionado por Cortana. Completó su look nupcial con tres elementos más: unas sandalias blancas de tiras de Neous, un pocho de lana tejido a mano que llevó en el banquete y unos pendientes de diseño vintage que pertenecían a su madre.