6 errores diarios que nos hacen perder tiempo (y restan bienestar)
No, este no es un artículo pensado para aumentar la productividad. Todo lo contrario. No pretendemos que hagas más, sino que vivas más. Es decir, detectar esos errores y malas praxis cotidianas que nos hacen perder tiempo y, por tanto, restan bienestar. Y restan bienestar porque se entra en una peligrosa espiral en la que nos lamentamos por no tener tiempo y, a la vez, dejamos de dedicar espacios en el día para nosotras mismas. Lo confirman los datos de la Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés: el 76% de las personas afirma sentirse estresada precisamente por esa falta de tiempo. Tremenda contradicción.
Hablamos de todo ello con la psicóloga Cristina Martínez, especialista en bienestar emocional y gestión del tiempo y colaboradora del proyecto de alojamiento flexible Be Casa. He aquí 6 hábitos cotidianos que nos hacen perder tiempo y bienestar.
#1. La multitarea
Hacer varias cosas a la vez creyendo que se ahorra tiempo es un error. Y agota. Lo confirma la psicóloga de Be Casa haciendo referencia a estudios científicos. “Según la American Psychological Association, pasar de una tarea a otra puede reducir la productividad hasta en un 40%”. Por tanto, las cosas mejor hacerlas de una en una (que nuestro cerebro está diseñado precisamente para eso).
#2. No tener una (sencilla) rutina de mañana
No prestamos suficiente atención a cómo afrontamos los primeros minutos al levantarnos, pero suelen determinar la tónica del día. Por eso, tener una sencilla rutina de mañana ayuda mucho. Y no, no hablamos de pertenecer al club de las 5 am. “Empezar el día con prisas dispara el cortisol, la hormona del estrés. Cuando se mantiene elevado de forma crónica, afecta al sistema inmune, al sueño y a la memoria”, adelanta Martínez. Para evitarlo recomienda tres hábitos muy sencillos:
- Preparación del día siguiente la noche anterior: ropa, bolsa de deporte y comida listos.
- Rutina consciente de 5 minutos: respiración, estiramientos, revisar la agenda del día y escritura rápida de prioridades del día.
- Alejar el móvil al despertar: evita caer en el scroll que roba minutos y energía.
#3. Tener la casa desordenada
El orden en casa no es una cuestión solo de higiene. También de bienestar, concentración y gestión de tiempo. Piensa en todo el tiempo que puedes llegar a perder buscando cosas perdidas entre el desorden. Cristina Martínez lo refrenda con datos y la manera en la que el desorden afecta a la gestión del tiempo. “La evidencia científica indica que el desorden físico aumenta la sensación de estrés, y eso dispara nuestros niveles de cortisol, llevándonos a enfermar con mayor facilidad, tanto física como emocionalmente. Además, numerosos estudios, como el que se llevó a cabo en la Universidad de Princeton, reveló que los entornos desordenados reducen nuestra capacidad de concentración y aumentan la frustración”. Y añade: “En psicología sabemos que cuando vivimos en un entorno que nos sostiene en lugar de exigirnos más, bajamos el nivel de alerta, dormimos mejor, nos sentimos más seguros y tomamos decisiones más conscientes. Todo esto se traduce en una mejor gestión del tiempo, pero, sobre todo, en más energía emocional y mental para dedicar a lo que verdaderamente importa. Y eso, al final, es salud, bienestar y calidad de vida”.
#4. Dedicar el fin de semana a limpiar
Que la recomendación anterior no nos haga caer en el error de convertir los fines de semana en jornadas maratonianas de orden y limpieza. Se trata más bien de dedicar un breve espacio de tiempo durante los días libres para prevenir ese caos, pero sin que afecte al necesario ocio y tiempo de descanso. ¿Cómo? La experta aconseja limitar el tiempo de limpieza a bloques cortos (de entre 30 y 45 minutos); hacer las tareas con música o en familia para intentar que sea una actividad agradable, y asociarlo con el bienestar. “No es perder ocio es ganar calidad de vida”, añade la psicóloga. También aconseja aplicar la regla de los dos minutos. “Si una tarea doméstica lleva menos de ese tiempo, hazla al instante. También es clave repartir responsabilidades y no acumular”.
#5. Tener el móvil siempre a la vista
Los teléfonos están pensados para generar dopamina y recompensas rápidas, de manera que si se tiene a mano, la tentación de mirarlos siempre es más grande que cualquier otra cosa. Martínez hace referencia a estudios de Harvard “que confirman que mirar el teléfono constantemente genera picos de dopamina que alimentan la adicción y nos hacen percibir que el tiempo desaparece”. Por eso, crear pequeños espacios sin móvil es justo y necesario.
#6. Una mesa de trabajo desordenada
En el bucle de ‘querer llegar a todo’ es fácil acumular cosas varias en la mesa de trabajo. Pero en realidad es un paso atrás. “El entorno físico es un regulador emocional. Estudios en neurociencia ambiental señalan que los espacios ordenados y con luz natural mejoran la concentración y reducen los niveles de ansiedad. Incluso se ha comprobado que trabajar en entornos cuidados aumenta la productividad hasta un 15% (British Journal of Management)”.