Leer relatos como antídoto para no dejar de leer nunca. A menudo, nos gustaría que el mundo fuera menos acelerado de lo que es. Es un pensamiento en el que reparamos cuando pensamos en los libros que nos gustaría leer. Pero esa desconexión online, ese cacareado detox digital, o esa capacidad de frenar para cuidarse cuando hace falta, a veces es simplemente algo que escuchamos en las entrevistas a celebridades. No todo el mundo puede permitirse parar, ni siquiera para leer. En la conversación colectiva se insiste cada vez más, y algunos estudios así lo indican, en la idea de que el estado de disponibilidad y conexión permanente que nos habilitan los teléfonos actuales ha impactado en nuestra capacidad de prestar atención. También está la cuestión de llegar exhausta al final del día. Tal vez nos hagamos un favor si reconocemos que, incluso quienes nos consideramos ávidos lectores, encontramos dificultades a la hora de encontrar tiempo o energía para leer. Tal vez, eso nos acerque más a una posible solución que negar que compartimos ese problema.
El camino hacia un libro, muy a menudo, resulta siendo otro libro. Por eso los de relatos son, por su formato breve y autoconclusivo, una manera de nutrirse de historias, acercarse a reflexiones a través de las letras, en aquellos momentos en los que sabemos que no podemos exigirnos más. Algunos son, por cierto, maravillosos, y de ellos queremos hablar hoy. Los relatos tienen esa cualidad de pensar tan bien las palabras como los silencios, aquello que se omite. Son capaces de dejar un efecto poderoso y un rastro tras de sí de reflexión que puede alargase días en los que regresas a ellos una y otra vez. El formato corto no es solo una receta perfecta para quien tiene poco tiempo para leer, también lo es para quien tiene poco tiempo para escribir. Aquellas personas que no son escritores profesionales, y para quienes el relato es su más inmediata fórmula de expresión literaria, su puerta de acceso al mundo editorial. Es también la forma de escuchar a quienes tienen menos oportunidades de hacer oír su voz, porque nadie les cuida y les sostiene mientras se dedican al oficio creativo de la escritura.
Aquí, una pequeña recopilación con 10 títulos de relatos que tienen o han tenido toda nuestra atención.
