Los mejores vinos naturales con los que triunfar en una cena de verano
Los vinos naturales se han coronado como reyes absolutos de todos líquidos. Protagonizan la tendencia gastronómica más potente de 2025 y están en el primer plano de eventos, restaurantes de moda y tiendas especializadas en productos gourmet. Por eso, todo apunta a que serán los grandes aliados de las cenas de verano; son frescos, ligeros, tienen menos graduación alcohólica y una mínima intervención.
La tendencia, que los expertos justifican con un mayor interés por el consumo de productos gastronómicos sostenibles, se ha disparado en los últimos años. De ahí que cada vez veamos más bares y restaurantes especializados en vinos naturales. Entre ellos, Rogada Wine Bar, un pequeño proyecto en el malagueño barrio de la Trinidad liderado por Gabriele e Ismael, que pone el foco en los líquidos de mínima intervención. “La selección de vinos hace un viaje por pequeñas bodegas del territorio español e italiano, a las cuales nos sentimos más unidos por nuestros orígenes. Más allá de eso nos mueven los proyectos que hay detrás de cada botella. Por eso, por ejemplo, hemos seleccionado vinos como Galán, un vino elaborado con el método ancestral en tierras de albariza, por dos chicas en Sanlúcar de Barrameda, Cádiz”, explica Gabriele.
El inicio del verano lleva consigo un mayor número de cenas con amigos, generalmente al aire libre, que piden a gritos bebidas frescas y ligeras. Y, este año, los vinos naturales se presentan como el mejor complemento posible a las citas estivales. Por ello, consultamos a Gabriele, cofundador de Rogada Wine Bar, por sus favoritos en 2025: de referencias aromáticas para platos exóticos a vinos más secos para acompañar pescados o tintos para platos más contundentes.
#1. Bizarría, un vino naranja de Bizarria Wines
¿Por qué lo elige? Vino naranja de Vicente Ovejero del Campo de Cartagena (Murcia). Al igual que su zona de origen, este vino es una explosión de aromas, sabores y frescura. Ideal para platos con el mismo perfil –intenso y aromático–, con fermentados y umami: mariscos con salsas exóticas o, simplemente, un buen queso curado.
#2. Mari Paz, un blanco espumoso de Bodega en Movimiento
¿Por qué lo elige? Se trata de un blanco espumoso ancestral de uva palomino con 48 horas de maceración con pieles. Con raíces en tierra de albariza, este vino de perfil seco, mineral y fresco con un toque salino y una burbuja fina, es perfecto para acompañar mariscos y pescados crudos.
#3. Mezcla, un tinto de la bodega Barranco Oscuro
¿Por qué lo elige? Es un vino muy atípico de la bodega Barranco Oscuro (Alpujarra, Granada). El nombre ya lo dice todo: es una mezcla de tres uvas (tempranillo, vigiriega y palomino). No es el típico tinto que esperarías, tiene la misma vibración de un espumoso –sin serlo del todo– y esto lo convierte en una bebida divertida y fresca. Ideal para unos entrantes o un aperitivo ligero veraniego.
#4. Il Pingro bianco, de la bodega Il Pingro
¿Por qué lo elige? Elaborado con uvas ansonica y prosanico, autóctonas de la maremma toscana (Grosseto), este vino tiene un carácter mediterráneo y terroso, con notas de hierbas y frutas como el albaricoque o el membrillo. Perfecto para acompañar con algún embutido de la zona o unas vongole veraci, –almejas con ajo y perejil–. Además, es el proyecto fascinante y muy auténtico de Chiara y Margherita, que han retomado las antiguas viñas de su abuela Nada y han creado un vino con mucha alma.
#5. Punt Verd, de Oscar Navas de la Furtiva
¿Por qué lo elige? Es un tinto joven afrutado y sin complicaciones así como su etiqueta: un punto verde. Un tinto fresco y fácil de beber que acompaña perfectamente platos sencillos de la cocina mediterránea como una ensalada con pescado, toda clase de arroces e incluso un buen plato de asado.