En cuanto siento los primeros rayos de sol sobre la piel lechosa después de un largo y tormentoso invierno, me asalta el impulso primario de deshacerme de toda mi ropa y montar un nuevo armario desde cero. Ni que decir tiene que esto no es sostenible, ni desde el punto de vista medioambiental ni desde el económico. Pero este año por fin he encontrado un truco de estilo que mantiene a raya ese deseo: la falda-pañuelo.
Últimamente, las famosas lucen pañuelos de seda en la cintura, ya sea a modo de falda o sobre un pantalón. Chloë Sevigny, una creadora de tendencias innata, dio el pistoletazo de salida con un pañuelo de la firma Vaquera colgando de la cadera con bajo asimétrico.
Sevigny optó por enseñar mucha pierna, pero otras prefieren llevarlo por encima de los pantalones. Paseando por Londres, Alexa Chung actualizó una simple camiseta blanca y pantalones grises de traje superponiéndoles un pañuelo marrón de Gucci. Alessandra Ambrosio tuvo la misma idea cuando aterrizó en el aeropuerto de Niza para ir al Festival de Cannes 2025. Para romper con su atuendo blanco, la modelo lució un triángulo de seda estampada rosa pálido en la cintura.
Más allá del estilo de calle de las famosas, la falda-pañuelo tiene varias fans en la redacción de Vogue. A mí me gusta romper la monocromía de un conjunto negro con un pañuelo de seda de colores. Por su parte, mi compañera Laia García-Furtado, redactora jefe de noticias de moda de Vogue Pasarelas, canaliza su Alanis Morissette interior: “Cuando viajo siempre llevo conmigo un montón de pañuelos que normalmente no me pongo nunca, pero hace poco me di cuenta de que con ellos podía canalizar lo que yo llamo ”vibraciones de ex yonqui del amor», que es como se vestía Alanis después de volver de la India», señala. «No lo considero una falda en sí, pero sin duda son una alternativa más discreta a llevar una falda o un vestido por encima de los pantalones, que es de lo que se trata».
Si crees que a tu armario le falta frescura, pon una falda-pañuelo en tu vida: te hará todo el trabajo.
Este artículo se publicó originalmente en Vogue.com. Traducción y adaptación: Carmen Cocina.