Eau Parfumée au Thé Vert de Bulgari 2025: la renovada colonia fresca de té verde más mítica
Tan minimalista y veraniega como L’Eau Pure de Kenzo o Light Blue de Dolce & Gabbana, y, a la vez, totalmente distinta a ellas. Eau Parfumée au Thé Vert de Bulgari nació en 1992, igual que L’Eau d’Issey, de Issey Miyake, y Angel, de Thierry Mugler (los dos perfumes de mujer más vendidos y opuestos imaginables), y al final resulta tan particular, rompedor y original como ellos. Hablamos de un icono de los 90 elegante y natural que despliega una oda al té verde como refugio sensorial en tiempos de ruido, que en 2025 se reformula en una versión más concentrada, pura y vegetal (pero tan fresca como siempre).
En 1992, Bulgari hizo historia con Eau Parfumée au Thé Vert. Por primera vez, una firma de alta joyería lanzaba una fragancia que no aspiraba a deslumbrar, sino a calmar. La fragancia nació como un regalo a sus clientes, personas que tienen acceso absolutamente a todo. ¿Existe algo que el dinero no pueda comprar? El tiempo. De ahí que el perfumista Jean-Claude Ellena se inspirase en el ritual japonés del té, que dura entre cuatro y seis horas. La nota principal fue el té verde, constituyendo la primera marca en perfumería que recreó su aroma.
Con un éxito sin precedentes que lo ha elevado a la categoría de bestseller durante los últimos 30 años, esta colonia fresca y elegante conquistó a toda una generación, incluyendo –según dicen– a la Reina Sofía. Hoy, más de treinta años después, Bulgari reedita este clásico con una fórmula más sostenible que rinde homenaje a su legado mientras lo proyecta hacia el presente.
¿A qué huele Eau Parfumée au Thé Vert de Bulgari?
Eau Parfumée au Thé Vert de Bulgari es una eau de toilette cítrico aromático con una evolución ligeramente jabonosa, en una composición discreta pero con una presencia palpable. Desde la firma explican que “captura la energía revitalizante de los jóvenes brotes de té, gracias al extracto de té verde y un acorde de aceite esencial de flor de naranjo (nerolí)”. Como consecuencia, transmite la misma sensación de limpieza, frescor y calma que la brisa más temprana en acariciar un campo de té, por eso se clasifica como perfume zen. No es de extrañar que sea el aroma con el que Bulgari perfuma sus hoteles, aerolíneas y cruceros.
Su reinterpretación de 2025 pasa de eau de parfum a eau de toilette; permanece fiel a la original, aunque ofrece un resultado más concentrado, puro y vegetal gracias a un proceso de extracción de té verde con dióxido de carbono, ofreciendo los mismos beneficios botánicos del té: estimula, favorece la concentración y promueve el bienestar. Finalmente, el almizcle blanco del fondo de la composición aumenta su permanencia y le ofrece un matiz atalcado muy diferente al de la mayoría de colonias frescas de mujer.