Scarlett Johansson no ha dejado de lado la otra faceta que se presupone a las grandes estrellas de Hollywood, la de participar de cuando en cuando en el cine de autor. Fue musa de Woody Allen en nada menos que tres películas, Match Point, Scoop y Vicky Cristina Barcelona, pero también la voz de la melancólica Her, de Spike Jonze, o la protagonista femenina de Historia de un matrimonio, el filme de Noah Baumbach en el que se tiraba los trastos a la cabeza con Adam Driver. Precisamente por ese último trabajo consiguió su primera nominación a Mejor actriz protagonista en los Oscar de 2020, el mismo año en el que conseguía también nominación en la categoría de Mejor actriz de reparto por su papel en Jojo Rabbit, la película de Taika Waititi. No, todavía no tiene en casa la ansiada estatuilla.
Scarlett Johansson alcanzó en un momento dado el estatus de megaestrella de Hollywood, pero no perdió de vista el mantener el equilibrio entre producciones millonarias y trabajos más modestos (pero de los que gustan a la crítica). A ese último grupo pertenece Eleanor The Great, su primer largometraje como directora que protagoniza June Squibb y el filme que presentó en la última edición del Festival de Cannes. Las críticas no fueron tan buenas como cabría esperar, pero la piedra ya estaba puesta para arrancar una carrera más allá de la interpretación: Scarlett Johansson también había demostrado que podía ponerse tras la cámara y no solo como directora, también como productora. Fly Me to The Moon, la película ambientada en la NASA en los años 50 que llegó a los cines el pasado año, está producida por ella.
Lo personal tampoco le ha ido nada mal a la actriz. Con Romain Dauriac, de quien se divorció en 2017, tuvo una hija que ahora tiene once años y con Colin Jost, su actual pareja, un niño de cinco. Jost y Johansson conforman una de esas parejas que generan envidia a cada paso. Tras el 50 aniversario de Saturday Night Live, donde él es actor y guionista, Jost le tendió un ramo de flores a su novia y un beso que quedó inmortalizado para siempre. Y lo hizo de una manera tan despreocupada y natural que los comentarios no se hicieron esperar: todo el mundo quiere lo que ellos tienen. Scarlett Johansson está viviendo su mejor momento en todos los planos de su vida pasados los 40 y no parece que eso vaya a cambiar en el corto plazo.
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