El perfume fresco y amaderado que relaja tiene té negro y vainilla
Tengo una relación especial con el olor a té. Cuando huelo un perfume con estas notas suelo entrar en mi zona segura, me pongo mentalmente en modo comfy, como si entrara en casa y me pusiera las zapatillas con esa sensación de calma que da saber que ya no vas a salir en lo que queda de día. Me ocurre lo mismo en los hoteles que usan perfumes de hogar con esas notas, entro en modo zen de forma inmediata (y no solo por el placer de saber que voy a dormir en una cama XL). Aunque puede haber una relación personal en mi imaginario beauty con esta nota –ya se sabe, los aromas son emociones y usar ciertos perfumes en ciertos momentos de nuestra vida nos puede llevar a amarlos u odiarlos–, está confirmado que las notas de té inducen a la calma. Ya nos lo confirmó Marina Barcenilla, perfumista y Académica del Perfume, Sillón Rosa Damascena: “El té, a menudo, forma parte de un ritual calmante y relajante. El uso de las notas de té en perfumería es similar, con tonos delicados y relajantes que crean una sensación de bienestar. Las notas de té verde son más ligeras y refrescantes, mientras que las notas de té negro son más profundas y serenas”. Por eso me gusta tanto (a mí y a un gran número de personas, basta con leer las reseñas de Google) Green Stravaganza Born in Rome de Valentino. Su nota de té Lapsang Souchong me relaja, es una especie de bálsamo antiestrés pero con un punto enérgico (el jazmín y la vainilla también están presentes).
De hecho, así lo define la persona gracias a la que lo conocí, una amiga que se lo olió a una amiga –el efecto dominó de las fragancias– y que desde entonces lo usa con devoción cada mañana. “No suelen gustarme los perfumes florales porque me resultan dulzones, pero Green Stravaganza adquiere al instante un matiz suave y empolvado con un toque herbal muy refrescante. Es como un ritual energético que me despierta por las mañanas. Me encanta como fragancia de verano”, me cuenta cuando le pregunto por él. Y me parece la mejor definición, porque no es un aroma exactamente floral, tampoco dulce, tiene un punto amaderado pero con la frescura verde del té. Digamos que es la mezcla perfecta para oler bien durante todo el día.
Un perfume que dura (y por el que siempre te preguntan)
No es fácil que en pleno mes de junio (con los casi 40 grados que tenemos en Madrid) te pregunten qué perfume llevas a las ocho horas de haberlo vaporizado por la mañana en tu casa. Pero ha pasado. A mi amiga le ha pasado. Y también a la amiga de mi amiga. “Pese a tener ese encanto tan sutil, ya habido alguna compañera que me ha preguntado muchas horas después aquello de ¿qué huele tan bien?”, refrenda la descubridora de este aroma al que hemos declarado amor eterno, sobre todo en verano.
La importancia de darle tiempo a los perfumes
No obstante, y aunque en este caso estamos hablando de ‘amor a primer olfato’, en general a los perfumes hay que darles tiempo. Lo de comprarlos por impulso no siempre sale bien. Algunas reseñas de usuarias de este aroma en Fragrantica cuentan precisamente que su idilio con el llegó horas después de vaporizarlo, cuando salieron de la tienda y a las horas, al evolucionar, descubrieron que era el perfume que necesitaban. De hecho, históricamente comprar un perfume era un ritual que llevaba horas y hasta Ines de la Fressange en su libro Parisian Chic: A Style Guide ha insistido en la importancia de tomarse tu tiempo. “Cuando compres un perfume, pruébalo en tu piel, no en una tira de papel”, decía, y aconsejaba salir de la tienda y probarlo durante horas “antes de decidir si vale la pena colocarlo en el estante de su baño”.
Perfume Green Stravaganza Born in Rome, de Valentino
Un perfume floral y amaderado con notas de té, vainilla y jazmín blanco.
