SÍ: Los extremos del cuerpo, las manos y los pies, ayudan a regular nuestra temperatura, de modo que si los refrescamos bajará la temperatura general: “Deja un cubo de agua fría junto a la cama y mete los pies justo antes de echarte a dormir o si ves que te desvelas”, dice Robinson.
SÍ: Según el esfuerzo que estés dispuesto a hacer (o lo mucho que te cueste dormir), meter las sábanas en la nevera o en el congelador durante 10 minutos antes de irte a la cama puede aliviar mucho el calor: “Si no tienes suficiente espacio en la nevera, prueba a meter solo la funda de la almohada”, recomienda Robinson. Ese sí que es el lado fresco de la almohada.
NO… compres un ventilador de los más baratos. Cuanto menos te cueste, más probable será que haga ruido, ambiente nada óptimo para conciliar el sueño. El Purifier HEPA Cool de Dyson es una opción excelente, ya que es silencioso, enfría rápidamente la habitación y elimina el 99,5% de los contaminantes del aire, desde bacterias y alérgenos hasta el formaldehído de la moqueta y el suelo. Aire fresco y cuerpo fresco = dulces sueños..
SÍ: Invierte en unas sábanas de buena calidad con alto contenido en algodón para garantizar que transpiren lo máximo posible. “Las fibras naturales dejan circular mejor el aire a través del tejido, lo que te ayudará a sentirte más fresco durante toda la noche”, explica Robinson. Lo mismo aplica para tu pijama: cuanto más algodón, mejor.
Sí: «Ponte un antifaz. Te ayudará a bloquear la luz del sol de primera hora de la mañana y te permitirá dormir un poco más», sugiere Adhami. «La oscuridad desempeña un papel crucial en la regulación de la producción de melatonina, la hormona que induce el sueño».
SÍ: “Un truco muy fácil es darse una ducha fría antes de meterte en la cama”, revela Robinson, ya que baja la temperatura corporal. Si una ducha helada (a lo Kate Winslet) es demasiado para ti, prueba a templarla lo justo porque es igualmente eficaz para bajar unos grados.
NO… bebas alcohol. “Solo conseguirás deshidratarte y pasar peor las noches de calor”. En su lugar, la experta recomienda beber un vaso de agua poco antes de irse a la cama para evitar tener que levantarnos durante la noche.