La obsesión de vestir como en los años 90 y principios de los 2000: Kate Moss (y nuestras madres) como fuente de inspiración
La que escribe estas palabras está a punto de reconocer uno de los sacrilegios más grandes: hasta 2025 no había visionado Friends. La obsesión con Sexo en Nueva York y la colección de zapatos y bolsos de Carrie Bradshaw obnubiló por completo mi vista e hizo que el armario de Monica Geller pasara desapercibido. Es hora de recular, reconocer los errores y enmendarlos como es debido: con una oda al último look de Kate Moss.
La modelo británica se ha convertido a sus 51 años en un icono transgeneracional que ha cautivado por completo a la Generación Z. Su reconocible estilo, el minimalismo y el talante subversivo que incorpora a todos sus looks hace que no solo miremos a sus combinaciones pasadas, sino que sigamos fijándonos en sus decisiones presentes. Si los 90 fueron la época en la que nuestras madres –a punto de cumplir 60 la mía– vivían sus dulces (y disfrutones) 20s y 30s, ahora somos nosotras las que adulamos esa época nunca vivida a través de los estilismos que se congelaron en el tiempo a través de las tiradas en analógico. Los vaqueros rectos, las camisas de seda con escotes en v y mangas inesperadas como el modelo abullonado de Kate Moss, las bailarinas y las sandalias de dedo eran piezas que se repiten continuamente en las instantáneas que en cada mudanza y en cada visita a casa de la abuela aparecen al revisionar estos recuerdos. Durante años, esas fotos han dormido en álbumes, escondidas en cajones o cajas de zapatos y hoy, con el revival noventero más presente que nunca, esas imágenes cobran vida y se cuelan, casi idénticas, en los feed de Instagram más cool del momento.
Un par de Levi’s 501, una decena de camisas de raso ajustadas en la parte de la cintura, una cazadora de ante hiperdesgastada marrón y oversize y un bolso de búscale qué marca en el que se intuye una clara inspiración en el Gucci de Tom Ford fueron las piezas que rescaté de casa de mi abuela hace algunos días. Prácticamente el look de Kate Moss y el mismo con el que la inmensa mayoría de nuestras madres pululaban por los 90 o con el que Monica o Rachel Green protagonizaban la serie que debes ver sí o sí. La moda ha dejado de mirar únicamente hacia las pasarelas para inspirarse también en la vida real, en esas mujeres que no salían en revistas pero sabían exactamente cómo vestirse con estilo. Madres, tías, vecinas, etc. que fueron las verdaderas It-girls antes de que Olivia Palermo o Alexa Chung ocuparan el foco protagonista.
En definitiva, este look de Kate Moss, casi calcado al que muchas madres llevaron en los años 90, resuena hoy en nuestro estilo diario al encontrar en él una autenticidad ausente en muchas tendencias efímeras. Quizás por eso ahora buscamos más que nunca vestir como en las fotos que nuestras madres se tomaron hace unos años, no tanto por nostalgia, sino por la necesidad de volver a lo esencial. En un mundo saturado de estímulos visuales, tendencias que duran 15 días y prendas que se descartan casi antes de usarse, hay una especie de consuelo —o más bien una rebelión silenciosa— en ponerse unos vaqueros heredados o rescatar una camisa de raso es una forma de conectar con lo que permanece.