La boda en Madrid de Bea y Lucas: una historia de amor que comenzó en un campo de hockey
El amor aparece cuando menos lo esperas, a veces puede incluso nacer mientras practicas tu deporte favorito. Es el caso de Bea y Lucas, que se conocieron cuando él se mudó de Santander a Madrid y comenzó a jugar en el mismo club de hockey que Bea. “Cuando nos conocimos ambos teníamos pareja pero nos llevábamos muy bien. Años después coincidimos una noche saliendo y 7 años después aquí seguimos”, explica la pareja.
Tras tantos años de noviazgo, la pareja se atrevió a dar el paso y darse el ‘sí, quiero’. Antes de eso, organizaron la pedida de matrimonio en casa de los padres de Bea, con la familia más cercana y los testigos del gran día. “Encargamos el catering Regina Catering, que estaba buenísimo”, confirman. “Lo pasamos muy bien y acabamos la fiesta muy tarde”, añaden.
Velban
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Poco después llegó la boda, concretamente un 17 de Mayo. Pasaron por el altar en la Parroquia de San Cristóbal y San Rafael, ubicada en el barrio de Chamberí y, posteriormente, celebraron un gran banquete –y una buena fiesta— con sus invitados en Finca las Jarillas.
La pareja hizo guiños a las raíces cubanas de la familia del novio
Aunque no tuvieron wedding planner en su boda, Bea y Lucas contaron con la ayuda de una amiga de la familia que se dedica a la organización de eventos para coordinar el gran día. «No teníamos inspiración en sí, pero la familia paterna de Lucas es cubana y quisimos hacerles algunos guiños», explica la novia. Uno de los guiños más especiales que les hicieron fue contar con Los Chocolatinos, una banda con un sonido “madrileño-cubano” único. También contaron con un puesto de mojitos y con Doña Tomasa, que sorprendió con un puesto de anchoas que enamoró a todos los invitados.
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“Al ser en el mes de mayo nos apetecía meter colorido tanto en las flores, de Marengo Flores. en la iglesia y de Inés Urquijo en la finca, como en decoración”, explican los novios. “Además tuvimos mucha suerte con el tiempo e hizo un día estupendo”, recuerdan.
Los diseños de las minutas y el sitting plan fueron cosa de la novia. «Ya que empezamos una noche saliendo de fiesta, nos hizo gracia que los nombres de las mesas fuesen discotecas de
Madrid y Santander», dice Bea.
Un vestido de Sole Alonso, una tiara familiar y unas sandalias metalizadas de Miu Miu: el look de la novia
La novia recurrió a Sole Alonso para el día de su boda. “Son encantadoras y desde el principio entendieron lo que quería”, dice la novia, que se vistió acompañada de su madre, vestida de Marcos Luengo y su hermana, de Miguel Marinero. Para completar su vestido de novia, eligió unas sandalias metalizadas de Miu Miu con tacón sensato.