Después de algunos años de relación, la pedida de mano llegó en uno de los momentos más delicados de la vida de Paula. «Hacía unos meses habíamos perdido a mi hermano pequeño Román. Nacho ya tenía el anillo comprado cuando todo sucedió, pero decidió esperar. Supo que no era el momento.Pasados unos meses, cuando creyó que era el momento adecuado, lo preparó con todo el amor del mundo», cuenta. Nacho la llevó cerca de la casa de campo de su familia para ver el atardecer. “Antes de que el sol se escondiera por completo, se arrodilló, y me lo pidió. Fue uno de los días más bonitos de mi vida. Un momento lleno de amor que me dio esperanza de que todavía había cosas bonitas que me quedaban por vivir”, confiesa.
Un año y medio más tarde, llegó el día de la boda , concretamente el 7 de septiembre de 2024. La celebración religiosa tuvo lugar en la Iglesia de Sant Esteve de Peratallada, un templo románico construido en los siglos XII y XII. El banquete posterior ocurrió en Mas Sendra, una antigua masía del siglo XVI.
DOSMASENLAMESA
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“No teníamos una temática específica para la boda. Solo teníamos una obsesión: que fuese un día bonito. Que nuestros seres queridos disfrutasen, que hubiese emoción, alegría… Y que Nacho y yo pudiéramos vivirlo felices, dentro de todas esas emociones que nos rodeaban, sobre todo a mí”, revela la novia. “Fue una celebración preciosa, llena de emoción y de amor. Lo más bonito, sin duda, fue la gente. Nos sentimos profundamente arropados y queridos. El cariño era tangible en el ambiente, como una energía que nos envolvía”, cuenta la pareja.
Las amigas de Paula fueron un pilar muy importante para ella en su boda. «Estuvieron a mi lado cada segundo, sin soltarse de mi mano, cuidándome, haciéndome reír, emocionándose conmigo. En un momento de la boda, la mujer de un amigo de Nacho se me acercó y me dijo: ‘Nunca había visto un grupo de amigas tan unido. Nunca había visto una boda en la que las amigas se volcaran tantísimo con la novia. Qué suerte tienes’. Y sí, tengo muchísima suerte. La boda fue, en todos los sentidos, un reflejo del amor que nos rodea”, zanja Paula.