Cuando conocí a Isabel Marant en septiembre de 2024, con motivo del lanzamiento de su primera colaboración con Converse, me sorprendió su indiferencia ante el incesante ciclo de las tendencias. Que su característico estilo boho volviera a la escena de la moda unos 15 años después de la última vez que definió el espíritu del momento, le importaba poco. Que una nueva generación de amantes de la moda esté rastrillando las plataformas de reventa en busca de un pedazo de ese desenfado francés de Marant (las búsquedas mundiales de su marca en eBay han aumentado más de un 60% interanual… le hace inmutarse poco.
«Creo que este estilo boho viene más de mi amor por la artesanía«, me dijo entonces, omitiendo deliberadamente la palabra «tendencia». «Creo que lo que la gente puede lograr con sus manos es precioso, y eso me toca la fibra sensible: el tejido, el punto, el bordado, la ornamentación… Creo que la gente busca esa autenticidad».
Llame o no su atención, los inconfundibles diseños de Isabel Marant han vuelto a ocupar el centro de la conversación este año y nueva hornada it girls luce con frecuencia las siluetas icónicas de la firma: las minifaldas de volantes, los vestidos de cintura caída, los conjuntos utilitarios, las blusas cottage y, por supuesto, la famosa (y cuestionada) zapatilla de cuña Beckett, que ha experimentado un enorme aumento del 1.580% en las búsquedas en eBay en el último año.
Si antes eran Lindsay Lohan, Sienna Miller y Nicole Richie las que se dejaban fotografiar con vaqueros pitillo, blusas bordadas y chaquetas utilitarias, ahora son Kylie Jenner, Bella Hadid y Suki Waterhouse las que lucen las faldas bubble, las chaquetas forradas de borreguito y los microshorts de cuero de la marca. Y Kate Moss, la eterna musa de Isabel Marant, luce tan chic en 2025 con botines de ante y cazadora de cuero como en 2008. Como se dice en Francia, plus ça change.
La dedicación de Isabel Marant de la estética boho –incluso cuando cayó en desgracia– es sólida como una roca, pero quizá lo más notable sea su profunda defensa de una moda que fusiona artesanía, calidad y ponibilidad, traducida en prendas que reflejan las ajetreadas vidas de las mujeres que las llevan. Su filosofía sigue viva en la visión de la actual directora creativa, Kim Bekker: la última colección de la marca –de otoño-invierno 2025/2026, con el cuero y el encaje como protagonistas– encapsulaba la esencia de la mujer Isabel Marant: pura sensualidad, de mujer a mujer.
«Cada colección es un acercamiento a la moda como gesto conspirativo de solidaridad entre mujeres«, escribió Mark Holgate, de Vogue, sobre la colección primavera-verano 2025 de la marca. «En otras palabras, es como si [Marant] y Bekker dijeran: te entendemos, y haremos ropa que puedas entender… y quieras llevar».