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A inicios de los 2000, Disney salvaba los trastos solo gracias a las películas de Pixar, porque su estudio de animación propio no paraba de pinchar en taquilla con películas como ‘Fantasia 2000’, ‘Atlantis’ o ‘El emperador y sus locuras’. Solo hacía unos años, pero parecía que la época de ‘Hércules’ y ‘Mulán’ había sido un espejismo. Al menos hasta que llegó ‘Lilo y Stitch’, una película con pretensiones pequeñas que acabó levantando, ella sola, un imperio.
He Mele No Lilo
‘Lilo y Stitch’ costó menos que las anteriores últimas grandes películas del estudio, apenas 80 millones de dólares, y eso tuvo una ventaja: los directores pudieron poner mucho más de sí mismos e insuflar a la cinta de personalidad propia. Decidieron centrar la historia en Hawaii, tratar de la unión entre dos hermanas, que entonces era algo anormal, y utilizar fondos pintados con acuarelas. Era algo especial.
Y claro, Chris Sanders y Dean DeBois, los directores, que pusieron todo su corazón en la cinta, quisieron hacer un cameo. Pero no poniendo la voz a un personaje (Sanders sí, lleva siendo Stitch durante los últimos 22 años), sino animado. Tal cual: en la escena en la que Stitch está en la playa y Cobra Bubbles va a por él, aparecen ambos haciendo deporte delante de la cámara. Solo podía pasar con la magia de la animación.
Desde entonces, el dúo solo ha dirigido otra película, pero no cualquier otra: ‘Como entrenar a tu dragón’. De hecho, DeBois dirigirá el remake en acción real. Aparentemente, eso sí, ninguno de los dos tiene nada que ver con el propio de ‘Lilo y Stitch’, que será dirigida por Dean Fleischer Camp. ¿Hará un cameo en su propia película, en ese mismo punto exacto? Ojalá.
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