Los vestidos de invitada que tienes que tener bajo tu radar
Cuando tienes varias bodas en un año, como es mi caso, puede que empieces a hacer cálculos antes de pensar siquiera en el look. El regalo de los novios, el desplazamiento, el alojamiento —si la boda es fuera de tu lugar de residencia— y algún que otro imprevisto hacen que el presupuesto se dispare mucho antes incluso de que llegue el día ‘B’. Y, claro, una quiere vestir elegante y a la altura del evento… pero sin dejarse medio sueldo cada mes que toca boda. A esto se le suma la idea de comprar vestidos de invitada que solo sirven para un día es algo que deberíamos dejar de hacer, en favor de apostar por piezas especiales que se puedan reutilizar en el día a día cambiando los complementos, como con unas sandalias planas, una americana si refresca o un capazo, todo esto sin que el diseño llegue a perder su encanto.
Fue justo en medio de ese dilema cuando entró en juego una firma que me recomendaron mis amigas y que, desde entonces, apunta a que se va a convertir en mi salvavidas estilístico de la temporada. Comentando este tema, una de ellas me enseñó el último look que había llevado a una boda campestre, acompañado de unas alpargatas de cuña, y que luego reutilizó en un viaje a Menorca. Se trataba de un diseño de Tinita Villegas, una firma que tiene todo lo que busco ahora mismo: vestidos y conjuntos con un diseño cuidado, precios sensatos y una versatilidad que permite llevarlos tanto a una boda como a una cena de verano en la que apetece vestirse un poco más. Perfecta para bodas, bautizos, comuniones —y cualquier plan que exija un toque especial–. Esa es, precisamente, una de sus grandes virtudes: la facilidad con la que se integran en el armario más allá del calendario nupcial.
La firma atesora vestidos y conjuntos de faldas y tops con diferentes estampados y combinaciones de colores que entran dentro de una de las grandes tendencias en materia de invitadas de este año: el boho. Una estética que recupera el espíritu libre y ligeramente folk de los años 70, reinterpretado ahora con tejidos más sofisticados, siluetas mucho más relajadas y un equilibrio perfecto entre lo natural y lo chic. Los vestidos de invitada de Tinita Villegas captan esa esencia, pero sin caer en lo obvio, con diseños que funcionan tanto en una boda campestre como en una terraza de la ciudad en pleno mes de julio. Además, la firma también tiene algunos complementos que pueden ser de utilidad para completar el look, como collares o cuellos de pelo, ideales para aderezar un look de invitada invernal.
¿Boda a la vista? Quizás esta es la firma de vestidos de invitada que tienes que tener bajo tu radar –aunque tienes que correr, porque puede que tu diseño favorito se agote con facilidad.