Lindsay Lohan y su momento Carrie Bradshaw
Durante estos últimos años, hemos podido observar cómo el method dressing ha ido ganando cada vez más popularidad. Una tendencia que, básicamente, busca que los actores adopten el estilo de sus personajes fuera del set de grabación. Alfombras rojas, ruedas de prensa y demás apariciones públicas han servido (y sirven) como escenarios para que sus looks se alineen con las historias que cuentan en la pantalla, borrando poco a poco la línea entre intérprete y personaje. Sin embargo, Lindsay Lohan nos trae ahora una propuesta diferente. Una táctica que se mueve entre la nostalgia y los archivos de la cultura pop (y que es de todo menos predecible).
Ayer, la actriz –que se encuentra actualmente en plena promoción de la secuela de Ponte en mi lugar–, reinterpretó, junto a su estilista Andrew Mukamal, algunos de los atuendos que llevó en la cinta Tú a Londres y yo a California cuando tan solo era una niña. Pero resulta que otro de sus estilismos escondía además otra referencia quizá menos obvia: un guiño directo a la gran Carrie Bradshaw.
Aquel look con tutú que lució Carrie (o, más bien, Sarah Jessica Parker) en la mítica cabecera de Sexo en Nueva York se transformó anoche en un vestido blanco ceñido con falda de tul. De esta guisa (con sandalias idénticas a las del look original incluidas), Lohan apareció por el Hudson Square Theater de Nueva York tras la proyección de Ponte en mi lugar de nuevo, y lo mejor es que ella misma confirmó vía Instagram que no se trataba de una casualidad. Quiso rendir tributo a este icónico personaje y lo hizo precisamente en su ciudad característica.
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