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La trilogía de Galactus (o de Estela plateada) es uno de los momentos que cambiaron todo en Marvel. Publicada entre 1965 y 1966, Stan Lee y Jack Kirby hacían subir un nivel de escalafón en la normativa de las aventuras. Sí, hasta entonces ya habían mostrado lo infinito del Universo Marvel con especies alienígenas y especies como los inhumanos, pero esta aventura de ‘Los 4 fantásticos‘ era otra cosa.
Era, directamente, otra escala. Tan grande que Reed, Sue, Ben, Johnny y el resto de superhéroes no eran más que hormigas. Galactus, quizás nada disimuladamente, era un dios (o semidios). E iba a destruir el mundo. No porque fuese bueno o malo, simplemente por necesidad. Y como semidios, no se rige por los ejes morales humanos.
Una fuerza de destrucción masiva tan descomunal cuya historia de debut no pasó desapercibida para los lectores, quienes no dudaron en buscarle lectura política. De hecho la más destacada la expuso un tal Greg Jones, quien escribió a las oficinas de Marvel desde Houston, Texas, expresando su teoría: la saga de Galactus es una alegoría sobre la guerra de Vietnam y la necesidad de que los «amantes de la libertad» intervengan para liberar al pueblo vietnamita.
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Liberar el Vietnam
Así apareció reflejada en la sección de correo del ‘Fantastic Four’ 54 (mayo de 1966):
«El 4F 50 fue simbólico. Galactus representa al Viet Cong, el poderoso agresor que no se da del todo cuenta de su error. Los nobles 4F asumieron el papel del Vietnam del sur, necesitaban ayuda de una fuente más poderosa. Estela plateada, como América, ayudó a gente inferior en su momento de necesidad incluso a pesar de no estar involucrado. Y Alicia representaba a Stan, Marvel, el presidente y otros estadounidenses leales, patriotas y amantes de la libertad.»
Stan Lee respondió jocoso, alabando la imaginación del lector y asegurando que se apostaba lo que quería que otros lectores habrían interpretado, por ejemplo, que Galactus representaba al secretario de defensa Robert McNamara; Estela plateada, el gran opositor a la intervención en la guerra Wayne Morse y Alicia era la primera dama Lady Bird, esposa de Lindon B. Johnson.


En realidad era bastante lógico pensar en las alegorías en torno a la guerra de Vietnam. No en vano era el gran conflicto bélico en el que Estados Unidos se acaba de meter tras varios años tanteando el terreno (la contienda llevaba ya 10 años en marcha pero el gobierno americano no intervino oficialmente hasta 1965).
Por otro lado, Stan Lee, Jack Kirby y resto del bullpen marvelita no eran conocidos, precisamente, por ser sutiles en sus alegorías. Algunos notables villanos de la época eran, directamente, colosos comunistas (con pinta asiática y ansias tiránicas).
Lamentablemente, como con casi todos los personajes icónicos del dúo, hay discrepancias entre Jack Kirby y Stan Lee sobre cómo se creó Galactus ya que ambos afirman que fue su idea propia y luego se la contó al otro. Así que, si bien pueda que los tiros no fueran realmente por ahí, algo de «gran adversario invasor y todopoderoso que arrasa por donde pasa» tiene y eso sirve claramente de alegoría al horror de la guerra y el enemigo todopoderoso.
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