En la mañana de este viernes se va a reunir en Barcelona la junta de accionistas de la popular startup Wallapop. Lo hace en un momento trascendental, con la oferta de compra por parte de la surcoreana Naver, uno de los accionistas de referencia con cerca de un 30% del capital a través del fondo vinculado Korelya Capital/C-Fund, por 600 millones de euros, adelantada por este periódico el pasado 17 de julio. El precio de esta transacción, en la que Wallapop cuenta a JP Morgan como asesor, ha causado malestar entre distintos accionistas, quienes han recordado que, en la última ronda de financiación, a principios de 2024, en la que entró el ICO, se fijó una valoración de 806 millones, 206 millones más que en la oferta actual.
Según explican fuentes del mercado, la mayoría del capital de la compañía de compraventa de artículos de segunda mano está en manos de fondos internacionales. Además del citado Korelya Capital/C-Fund, entre estos inversores de referencia figuran Insight WP y Accel, con un 15% y un 13% del capital respectivamente, son proclives a la venta, junto a otros socios minoritarios. Es decir, sumarían más del 50% del capital. En términos generales, tras la corrección sufrida por el sector de internet después del bum vivido tras la pandemia, ha habido muy pocos eventos de liquidez y los inversores de estos fondos presionan para lograr efectivo de sus transacciones, aunque no se puedan ejecutar a los mejores precios. Según fuentes del sector, Insight WP y Accel estarían saliendo con una rentabilidad de 1,5 veces, y desbloqueando una inversión, tras una permanencia de más de una década.
En sentido contrario, el fondo 14W Partners, que posee cerca de un 20% del capital, y otros accionistas minoritarios han rechazado la oferta de Naver, según fuentes del sector, al considerar que se infravalora la empresa. En su opinión, no hay razones económicas para una reducción del valor de 206 millones de euros en poco más de un año. De hecho, consideran que Wallapop es un candidato a convertirse en unicornio, denominación que reciben las startups que alcanzan una valoración de 1.000 millones de euros.
En este escenario, estos inversores han advertido de que están dispuestos a iniciar acciones legales si se aprueba la oferta de Naver. Con la actual legislación y el acuerdo de socios, firmado en 2024, si se obtienen las mayorías requeridas, la venta se podría aprobar, provocando un efecto arrastre. Estos accionistas abrirán un litigio si se ven empujados a dicha venta sin que puedan negociar nuevos términos de la oferta, con un precio más alto, o sin la opción de que se permita la presentación de posibles ofertas alternativas.
En la junta de accionistas también deberá aclarar su postura el ICO, titular de cerca de un 3%. Fuentes del sector señalan que la entidad financiera pública entró con una cláusula de liquidez, que garantiza, al menos, una devolución igual al desembolso de entrada. De esta manera, no incurriría en pérdidas. Ahora bien, otras fuentes insisten en que deberá explicar bien la decisión, especialmente si una de las startups nacionales más reconocidas pasa a manos de un grupo extranjero, cuando el papel del ICO consiste en respaldar el desarrollo del ecosistema tecnológico en España.
Otras fuentes del mercado señalan que, en marzo pasado, 14W presentó una oferta a otros accionistas para comprar acciones por un importe mínimo de 25 millones de euros y un máximo de 50 millones. En la transacción, que finalmente no se llevó a cabo, se establecía una valoración de 450 millones con las acciones comunes, 550 millones con las preferentes y 600 millones con las preferentes tipo F y G.
En este sentido, fuentes del mercado señalan que las operaciones en el mercado secundario de venture capital suelen tener descuentos en relación a la última ronda de financiación primaria o el valor neto contable que rondan, de media, entre el 25% y el 30%. La amplitud del descuento depende de factores como la calidad del activo, la situación financiera y liquidez, y el sector en el que opera. De esta manera, según estas fuentes, un valor de 600 millones de euros, con un descuento del 30%, serían 420 millones. Si se compra a 550 millones, con un descuento en estos rangos, el comprador calcula que el activo valdría en torno a 750 millones.