El primer boilersuit que tuve era de la sección infantil de un centro de jardinería cercano a la casa de mis abuelos. De color azul cobalto clásico, lo llevaba con botas de agua para bucear en busca de tritones. Luego llegó mi primera incursión en esta tendencia en 2010: un mono vaquero blanco de Topshop, tres tallas más grande que la mía, con un cinturón para ceñir la cintura, perneras estrechas y puños enrollados. Hoy, mis preferencias han cambiado. Ahora prefiero las proporciones exageradas, pero cortadas con un tejido resistente que aporte la cantidad justa de estructura y utilidad.
De hecho, los boilersuits de todas las formas y tamaños han sido testigos de una reciente popularidad, no sólo en los círculos de la moda, sino también en la pantalla. Un ejemplo: las recientes fotos de Anne Hathaway en el plató de la próxima (y esperadísima) El diablo viste de Prada 2. En ellas, la actriz, que interpreta a una evolucionada Andy Sachs, luce dos monos de trabajo diferentes. El primero es una versión inspirada en los años 70 del básico traje de mecánico, una antigua colaboración de Re/Done con Ford Motor Company, completado con parches vintage y sandalias ugly de Chanel y un bolso Panthea de Valentino. El segundo lo llevaba Anne cuando salía del plató: una versión relajada en denim blanco de la marca Wildfang (ahora, como es lógico, un éxito de ventas), con las mangas enrolladas y la cintura baja.
«Los boilersuits son una de esas prendas perennes que nunca pasan de moda, una opción atemporal y a prueba de fallos para esos momentos de agobio en el armario», explica a Vogue Amy Bannerman, directora de estilo de eBay. «Mi favorito es una versión vintage de lona utilitaria con perneras anchas y cremallera delantera que tengo desde hace más de 20 años. Nunca me falla». Bannerman recomienda buscar estilos vintage con formas más favorecedoras y relajadas, en comparación con las versiones modernas y ajustadas que pueden sentirse apretadas en todos los lugares equivocados. «Acabamos de encontrar uno en eBay por 22 libras que podría haber salido directamente de un desfile de Isabel Marant«, dice.
En las pasarelas de primavera-verano 2025, también hizo su aparición. En Isabel Marant, la oda de la marca al estilo boho se tradujo en monos ceñidos con detalles de ojales con cordones y solapas con cremallera de inspiración motera, en denim rosa bebé y pieles negras y tostadas. Chanel, por su parte, adoptó un enfoque más suave con hombros redondeados y cuellos abotonados hasta arriba, todo ello con un llamativo cinturón.
Stella McCartney presentó un vaquero blanco con hombros de los años 70 y cremalleras plateadas, medio desabrochado, con un cinturón de piel negra y un bolso rojo tomate de gran tamaño. En Sacai, la marca japonesa conocida por sus diseños deconstruidos y utilitarios, un mono verde militar con espalda de malla abierta y volantes delanteros ondulantes ofrecía el juego de contrastes perfecto.