Kate Cox, de HÁM Interiors –el estudio de interiorismo británico especializado en trasladar la belleza de la tradición a los hogares contemporáneos– también cree que este movimiento marca un cambio hacia piezas que parecen hechas en casa: «El sello ‘hecho a mano’ aporta un valor añadido que la gente aprecia mucho», explica. “Estos detalles aportan una delicadeza y cierto carácter imperfecto que consiguen espacios acogedores, en lugar de excesivamente modernos o pulidos”. Quizá, la tendencia apele a la sencillez: en un mundo cada vez más marcado por la tecnología y la inteligencia artificial, ¿por qué no inclinarse por objetos que reivindiquen el saber hacer?
«Para mí, poder ayudar a preservar y celebrar este tipo de artesanía –a menudo en peligro de extinción– es un auténtico lujo», confiesa la diseñadora de interiores Marta de La Rica, que apuesta por este tipo de recursos en sus trabajos: «Me encanta utilizarlos porque evocan un ambiente nostálgico y femenino en el que los detalles son los protagonistas». Como española, se inspira especialmente en las tradiciones del bordado de Lagartera, un pequeño pueblo del centro de Toledo, donde la artesanía se remonta a la época medieval y renacentista. «La técnica, el simbolismo, el nivel de detalle… todo me conmueve profundamente».
La pregunta que surge a continuación parece inevitable: ¿Cómo emular este estilo en tu propia casa? La clave está en el equilibrio y la sencillez. Cox sugiere yuxtaponer estos linos con materiales naturales como la madera, la piedra o el latón envejecido, para que los adornos resulten frescos y no recargados.
Alice Moyland, diseñadora y directora creativa de la marca de pantallas con volantes Beauvamp, también utiliza los detalles románticos como contrapunto suave en espacios dominados por líneas limpias o superficies más duras para dar un toque de sorpresa: «La sutileza es la clave», asegura. Sus piezas, inspiradas en las pantallas de cristal Art Nouveau de Louis Comfort Tiffany, resultan especialmente atractivas en un comedor elegante o una mesa de centro brutalista.
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