«Me enteré muy, muy pronto», contó Richie Grainge en exclusiva a Vogue en enero sobre su llegada a la maternidad. «Estaba embarazada de unas cuatro semanas. Estaba de viaje en Milán para la Semana de la Moda e iba al desfile de Prada. Tenía que hacer un cambio rápido de 24 horas y me sentí fatal, pero no le di mucha importancia. Pensé que era el jet lag«.
Cuando volvió a Los Ángeles, al principio pensaba ir al concierto de Ed Sheeran con su marido y unos amigos al día siguiente: «Sabía que iba a ser una noche de alcohol, y llevaba unos días de retraso menstrual, y quería estar segura en general, así que me hice una prueba», recuerda. «Elliot ya estaba acostumbrado a que me hiciera pruebas al azar». Ambos habían estado probando esporádicamente desde que se casaron en abril, «así que no se inmutó cuando le dije que estaba comprobándolo. Me estaba haciendo una de esas pruebas caseras tan cutres y había una línea muy tenue. Estaba tan acostumbrada a ver negativos que sabía bien cuando algo parecía diferente«.
Enseguida le dijo a Elliot que cogiera el coche y fuera a CVS a por otros tres de los mejores tests de embarazo que pudiera encontrar. «Estaba tan emocionado», recuerda Richie Grainge. «Hablamos todo el camino por teléfono. Y cuando llegó a casa, como es un chico tan dulce que siempre quiere proteger mis emociones y expectativas, me dijo: ‘Si los resultados son negativos, no te preocupes, ya llegará nuestro momento’. Cuando entregamos las tres pruebas al mismo tiempo, todas dieron positivo. Estaba muy emocionado y los dos lloramos. Fue una locura, abrumador y muy difícil no gritarlo a los cuatro vientos. Pero al saber que era tan prematuro, fui muy protectora, incluso con mis amigos«, cuenta.
Richie Grainge mantuvo su embarazo en secreto durante semanas, y sólo se lo contó a sus padres y suegros cuando cumplió las ocho semanas: «El embarazo da mucho miedo y quieres proteger ese espacio», explica, «no sabía que hay tantos hitos que cumplir y tantas pruebas que hacerte. Para mí era muy importante proteger nuestra salud mental y nuestro espacio como pareja.»
Una vez que todo se destapó, hubo gender reveal en el patio trasero de su casa que compartieron a través de Tiktok. El cañón lanzó humo rosa, lo que significaba que esperaban una niña.