«En Francia, la industria del cuidado de la piel está en manos de las farmacias. Cuando tienes alguna duda sobre un producto, siempre acudes a la farmacia para encontrar el mejor«, dice Natacha Bonjout, una farmacéutica francesa que vive y trabaja en Nueva York desde hace más de una década. Tras 15 años investigando sobre la piel, Bonjout lanzó hace apenas un año su marca de belleza homónima, con un producto estrella todo en uno, formulado especialmente para pieles sensibles: Le Balm Skin Savior Solid Sérum.
Francois Roux / Cortesía de Bonjout
En busca de crear una mezcla de activos adaptada a todo tipo de pieles, de las más sensibles a las más acneicas, Bonjout creó una fórmula no comedogénica que contiene células madre de plantas autóctonas del sur de Francia y más de 60 activos diseñados para ayudar a la piel a repararse y regenerarse. Bonjout subraya que este método de formulación único, que utiliza células vegetales enteras, logra una verdadera biocompatibilidad con la piel para conseguir un resplandor instantáneo que mejora aún más con el tiempo. Ni que decir tiene que va en consonancia con la mentalidad francesa, que da prioridad a la salud y la naturalidad y que a menudo se inclina por un 90% de cuidado y un 10% de maquillaje. «El cosmético es tu mejor aliado, pero nunca sustituirá al poder interior de tu piel», afirma. ¿Otro pilar? La belleza está en la sencillez. Desde una limpieza suave hasta incorporar remedios naturales, Bonjout comparte sus 9 secretos para conseguir un cutis perfecto.
1. Utiliza activos que actúen conjuntamente, no en contra
«No sobrecargues tu piel: utiliza solo activos que funcionen bien juntos», dice Bonjout, que pasó cinco años buscando los niveles correctos de activos para Le Balm con el fin de evitar «cócteles» no deseados. Una buena combinación, por ejemplo, es una vitamina C y un SPF protector, o un retinol y un ácido hialurónico hidratante como el Intensificador H.A. de Skinceuticals. «Evita aplicar retinol junto con Vitamina C», señala, ya que puede causar irritación e inflamación; mientras que combinar retinol y niacinamida simplemente hará que «se anulen mutuamente» y es un costoso desperdicio de activos. «Una buena rutina de cuidado de la piel debe llevar productos específicos que realmente tengan un buen rendimiento, porque a nuestra piel no le gusta que la sobrecarguemos», advierte.
2. Sáltate la limpieza matutina
Para proteger la barrera cutánea, Bonjout sugiere una doble limpieza suave por la noche y, por la mañana, aclarar solamente la piel con agua termal o pulverizando una bruma tonificante. Es «lo opuesto al método americano de limpiar la piel a tope» por una buena razón: «Cada noche, la piel regenera su flora para protegerse», dice. Por la mañana, basta con aclarar con agua termal, como la de Avène, o con un tónico suave a base de agua de flores, como Rose Hibiscus Face Mist de Herbivore, antes de empezar el día». Por la noche, «la doble limpieza es capital, sobre todo cuando llevo crema solar o maquillaje, para eliminar las partículas contaminadas del aire de Manhattan», explica. «Cuando me quedo en casa, solo me limpio la piel suavemente con el agua de leche de Collosol o con agua micelar». Le gusta el Agua Micelar de Bioderma («famosa en Francia» desde principios de los 90) como primer paso, y continuar con la Espuma Limpiadora Vinoclean de Caudalie o el Softening Cleanser de Tata Harper para una segunda limpieza.
3. Aplícate todo con los dedos (incluido el maquillaje)
«Siempre utilizo los dedos para aplicar el maquillaje», dice Bonjout. «El masaje es terapéutico y ayuda a aumentar nuestra confianza y reducir el estrés y la ansiedad», explica, y añade que el gesto contribuye a «tener menos preocupaciones, dormir mejor y lucir una piel radiante». Para Le Balm, eligió una textura innovadora sin agua que permite calentarla entre los dedos y masajear la piel para «calmarla y regenerarla de inmediato», y señala que en Francia la gente se hace tratamientos faciales al menos una vez al mes, a menudo por el poder curativo del tacto: «El tratamiento facial más increíble que he probado es el de Joelle Ciocco, en París. Es la facialista francesa que inventó el ‘masaje bucal’, que trabaja no solo el exterior del rostro, sino también el interior a través de la cavidad bucal», comparte. “Suena un poco raro, pero merece la pena”. Y para las que viven en Nueva York, Isabelle Bellis, amiga de Bonjout, se formó con Ciocco en una técnica similar de masaje intraoral.
4. Adopta remedios naturales
Bonjout subraya que, aunque las farmacias francesas están a la última a nivel científico, los remedios naturales son bien vistos por sus capacidades curativas (como las potentes células vegetales de su Le Balm). También recomienda la jalea real, una sustancia rica en nutrientes “producida por las abejas obreras que es el único alimento de la abeja reina”. Puede comerse o aplicarse directamente sobre la piel para «reforzar el sistema inmunitario» y está repleta de antioxidantes que combaten la inflamación y favorecen la cicatrización de heridas. Ella compra en Francia ArkoRoyal Gelée Royale 2500 mg de 20 viales o, como alternativa equivalente, 100% Pure Fresh Royal Jelly de Beehive Botanicals. «Es rica en carbohidratos, proteínas, aminoácidos, ácidos grasos, vitaminas y minerales», dice.
5. Opta por un protector solar mineral
Aunque cualquier protección solar es mejor que ninguna, Bonjout recomienda encarecidamente utilizar protectores solares minerales en lugar de fórmulas químicas siempre que sea posible: «Los protectores solares químicos pueden provocar acné, ardor, picor y escozor en la piel», advierte. «Los mejores solares son los que llevan filtros 100% minerales, y estos se pueden usar todos los días». Según Bonjout, las farmacias francesas suelen recomendar Anthelios Mineral One SPF 50 de La-Roche-Posay, una opción 100% mineral. Para una alternativa híbrida, está su querida fórmula UV Clear Tinted Broad-Spectrum SPF 46 de Elta MD, con ingredientes en parte minerales (óxido de zinc) y en parte químicos (octinoxato).
6. ‘Hackea’ la piel con ingredientes biomiméticos
Tu cuerpo acepta mejor lo que conoce: «Al emplear ingredientes que imitan los que produce la piel, el cuidado biomimético la ayuda optimizar sus funciones», explica Bonjout, que menciona las ceramidas, los péptidos, el ácido hialurónico y los aminoácidos como algunos de los ingredientes biomiméticos más destacados que puedes ver en las etiquetas. «Si el cuerpo reconoce un ingrediente cosmético como algo que ha creado producido él mismo, este puede penetrar más profundamente en la piel y actuar con más eficacia que un ingrediente no biomimético», explica. «La biomímesis permite así descodificar el lenguaje de la piel replicando un proceso biológico». Su propio bálsamo Le Balm contiene células vegetales nativas que «han demostrado ser totalmente asimilables» y escualeno no comedogénico que «funciona de forma similar al sebo natural». Defiende Tolerance Hydra 10 de Avène y Squalane + Vitamin C + Rose Oil de Biossance como fórmulas de vanguardia que tienen el potencial de «imitar la función natural de nuestra propia piel y transformarla».
7. Prueba con un suplemento de NAD+
Aunque las tendencias en suplementación oral cambian constantemente ( del colágeno al calostro), Bonjout no pierde de vista la última «maravilla» en suplementos: «El NAD+ (Nicotinamida Adenina Dinucleótido) es una coenzima que se encuentra en todas las células y participa en más de 500 procesos biológicos, como el metabolismo, la producción de energía y la reparación celular», afirma. «Favorece todas las funciones cruciales de las células». Se interesó por primera vez en el compuesto cuando estudiaba farmacia al «aprender las 8 reacciones de la cadena del ciclo de Krebs (un eje metabólico vital de la célula que tiene lugar en las mitocondrias). Este ciclo está controlado y regulado por la disponibilidad del NAD+». En el futuro, podría llegar a ser un producto tópico a tener en cuenta, aunque «su incorporación a los cosméticos ha sido de momento infructuosa debido a su inestabilidad en las formulaciones y a su incapacidad para penetrar en las células de la piel», señala. Añade que los investigadores pioneros en este campo están buscando un enfoque más integral que aumente los niveles de NAD+ en la piel mediante aplicaciones cosméticas. «Estoy convencida de que esto tendrá resultados asombrosos». Por ahora, sí sabemos que a medida que envejecemos, los niveles de NAD+ disminuyen sustancialmente, por lo que puede haber algún beneficio para la piel si lo intentamos reponer con un suplemento como Basis NAD+ de Elysium.
8. Trata la piel como a tu «blusa de seda favorita»
Bounjout admite la influencia de otra farmacéutica francesa afincada en Nueva York, Isabelle Bellis, que le enseñó a imaginar la piel como “mi blusa de seda favorita; si además tu blusa de seda tiene algunas imperfecciones, siempre hay que tratarla con extrema delicadeza”, dice Bonjout. La exfoliación debe abordarse, pues, con «mucho cuidado. No suelo recomendar exfoliantes físicos para el rostro, solo para el cuerpo«. Últimamente utiliza Élixir Exfoliant de French Farmacie, un tratamiento que se aplica como un sérum para suaizar la textura, y también le gusta Resurfacing Compound de U Beauty. Ocasionalmente, incorpora en la ducha un polvo exfoliante fino como el Daily Microfoliant de Dermatologica, pero solo “de vez en cuando” y con un poco de precaución. «Lo más importante a tener en cuenta es no exfoliar nunca en exceso», advierte Bonjout. «Puedes acabar dañando tu piel y volverla más sensible e inflamada».
9. Menos es más
«Tu rutina de cuidado de la piel no debe contener demasiados cosméticos de muchas marcas diferentes», dice Bonjout, remarcando que, según las francesas, un cuidado multiusos y unos dedos hábiles es todo lo que necesitas. Ella utiliza Le Balm como primer y último paso de su rutina (señalando que puede aplicarse después de un sérum ligero como el sérum Vinoperfect de Caudalie) y antes de maquillarse. «Si tuviera que irme a una isla desierta y me pidieran que eligiera un solo producto, diría Le Balm», elogia su creación 8 en 1. «Es un sérum, una crema hidratante, una crema nutritiva, un contorno de ojos, una crema de noche, una mascarilla nocturna, una pomada y un bálsamo labial. Llevo cinco años trabajando en esta fórmula para conseguir un producto que aporte ese ‘je ne sais quoi’ radiante y perfecto». Eso, sin duda, es lo que queremos todas.
Este artículo se publicó originalmente en Vogue.com