Zoë Kravitz ha llevado en la alfombra roja el vestido lencero que será tendencia este otoño 2025
Amo el verano, pero estoy deseando que llegue el entretiempo. Con las tendencias de otoño-invierno 2025-2026 en marcha, es imposible no pensar en la próxima estación y adelantarse a todo lo que ofrece la moda. Arranca una temporada cargada de novedades, giros inesperados y diseños que ya llenan las wishlists de las prescriptoras. Y dentro de esas listas de deseos hay una prenda concreta que Zoë Kravitz ha elevado, llevándola hasta la alfombra roja y confirmando que es tan apta para el día a día como para un evento a la altura de Hollywood.
Ha sido durante la premiere de su nueva película, Bala perdida, en París. Un photocall en el que ha emulado el estilo relajado (pero siempre sofisticado) que define a las francesas: con pocos elementos, un toque desenfadado y un acabado perfectamente natural. Lo ha conseguido de la mano de su maquilladora de cabecera, Nina Park, experta en crear los acabados más naturales y luminosos, y su estilista Danielle Goldberg. Una dupla que lleva años acompañando a la intérprete y nunca deja de fascinarnos.
Ahora el acierto ha llegado con un vestido lencero de Saint Laurent, blanco y con encaje tanto en el escote como en el bajo de la falda. Detalles, estos últimos, que recuerdan a la tendencia inspirada en los pijamas que inundó nuestros armarios a comienzos del verano. Sin embargo, esta continúa ahora bajo una nueva mirada, mucho más femenina y delicada: ya lo avisaba Mayte Salido, editora de compras de Vogue, al compartir las tendencias en las que invertirá de cara al otoño. Los vestidos lenceros serán ese modelo al que volver una y otra vez a lo largo de septiembre y octubre, junto a sandalias o gabardinas, adaptándolos al tiempo cambiante que define estos meses.
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Este modelo específico cuenta con una falda corta, que lo hace sumarse a la oleada de prendas mini que destaca sobre la alfombra roja. Margot Robbie se sumaba a ella vestida de Stella McCartney y Margaret Qualley, por su parte, apostaba por el mismo concepto con Chanel. Al igual que en estos casos, destaca la sencillez del look de Zoë Kravitz. Basta con unas sandalias de tiras negras, unos pendientes delicados y un brazalete finísimo (casi imperceptible) para recrearlo.
Continuación, sin duda, de la apuesta minimalista por la que optó en su anterior aparición pública y también, una forma de bajar a tierra los estilismos de las celebrities en la alfombra roja. Parece que este otoño sí será realmente demure. Y a mí, por lo menos, ya me ha convencido.