El norte siempre se adelanta a las tendencias de otoño-invierno: por su clima cambiante, con días de sol que terminan en lluvia, y la facilidad para pasar de la playa a la montaña en cuestión de minutos. El litoral Cantábrico, y en concreto Asturias, ya está en pleno entretiempo y la moda es el indicador definitivo. Por eso el Principado -a raíz de un viaje reciente- se ha convertido en mi mayor inspiración para la temporada que llega. Ciudades como Oviedo o Gijón son una guía en toda regla para vestir bien en esta época del año, que a veces resulta la más complicada. ¿Cómo acertar, haga el tiempo que haga? Estas tres tendencias que no he parado de ver y que llevaremos en otoño 2025, son la respuesta.
Vestidos largos + gabardinas
Del calor sofocante al frío gélido: uno de los problemas más habituales del entretiempo es que la temperatura se mueve de un extremo a otro. Para esos momentos en los que realmente no sabes si te helarás, lo mejor es unir la ropa veraniega y la otoñal en un mismo estilismo. El ejemplo más claro es la dupla formada por los vestidos largos coloridos -como este de Charo Ruiz que escogía Cindy Kimberly– y prendas de abrigo ligeras como las gabardinas, que pueden encontrarse ahora en versiones acortadas y mucho más estivales. Un punto más a favor: pueden anudarse a la cintura, por lo que se integran sin esfuerzo con su apariencia elegante. Además, son impermeables. Cuando nuestras madres y abuelas nos preguntaban “¿pero no te llevas una rebeca?” antes de salir de casa, tenían toda la razón. Y esta es la versión actualizada.
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Conjuntos inspirados en los pijamas + botas biker
Cuando empieza a refrescar, no hay plan como quedarse en casa, arropado y con un buen libro. Aunque con tendencias como los conjuntos inspirados en los pijamas (popularizados por firmas como Gimaguas) esa misma sensación confortable se traslada al exterior. A buscar: prendas coordinadas, que añadan estampados tan otoñales como los cuadros y con las que podamos crear contraste. En concreto, entre la escasa tela de las minifaldas, que han sido uno de los diseños más repetidos a lo largo del verano y las botas altas, que serán ese calzado que llevaremos a todas partes una vez llegue el frío. El equilibrio es esto.