El perfume de higo que mejor huele (y pone de buen humor)
He aquí una historia real. He tenido que esperar unos cuantos meses (demasiados cuando tienes ganas de contar algo) para poder hablar de este nuevo perfume de Dolce & Gabbana que acaba de lanzarse en España. El motivo es que, si bien las editoras de belleza somos afortunadas y conocemos las novedades del sector con bastante antelación, normalmente tenemos que esperar a que estén en el mercado para darlas a conocer. Sin embargo, esos meses previos experimentando con el producto (en este caso con el perfume de higo que protagoniza este titular) nos permiten tener un gran conocimiento del mismo y, en mi caso, atesorar unas cuantas anécdotas asociadas a su uso. Es lo que me ha pasado con Blue Jasmine de Dolce & Gabbana. Fue en febrero cuando asistí a la presentación internacional de las novedades de la marca y cuando Alexandra Carlin, la perfumista artífice de este jugo, creó en mí el deseo. “Representa el recuerdo de apretar un higo y probarlo”, contaba en referencia al leitmotiv de esta fragancia que combina las notas de higos azules sicilianos con notas de jazmín –una flor muy presente en las calles de Roma en primavera– y madera de cedro. Con un nombre que recuerda a la mítica película de Woody Allen, una carta de presentación basada en la capacidad energizante y vigorizante de los perfumes con higo y un frasco que quieres tener en primera fila en tu cuarto de baño, el deseo por probarlo ya era real (y más después de ver en redes sociales que está fascinando a muchas italianas, ya que en Italia lleva a la venta unas semanas). Pero como tenía entre manos otros perfumes, no me decidí a usarlo hasta que lo olí en mi hija pequeña que, sorprendida por la estética naif del frasco, se lo vaporizó generosamente creando un halo positivo y ‘de buen rollo’ que me recordó que tenía que convertirlo en uno de mis perfumes de cabecera. De hecho, siempre que me lo he puesto he conseguido tener un efecto energizante y he atesorado algún que otro cumplido por su particular olor. Es cierto que todos los perfumes con notas de higo tienen un efecto wellness muy particular –suelen recordar a los días de verano– y también la capacidad de levantar el estado de ánimo precisamente por esa cadena de recuerdos bonitos asociados al descanso de las vacaciones. Pero en ese caso se suma la particularidad de su aroma, combinado con notas florales y amaderadas.
Cambiar de perfume según el estado de ánimo
El olfato es el sentido más conectado con los recuerdos y la parte emocional del cerebro y también el sentido que está más desarrollado cuando somos bebés, lo que explica, en parte, que oler un determinado aroma nos pueda invocar buenos recuerdos y sensaciones. Por eso, y aunque durante mucho años he sido fiel a un único aroma, hace tiempo que pertenezco a ese casi 72% de españoles que, según Stanpa, alterna habitualmente varios perfumes en función de la ocasión y del estado de ánimo. Ya no se suele tener un perfume sino varios y su uso se adapta también a determinadas necesidades o hábitos vinculados con el bienestar. Por ejemplo, usar un perfume limpio o de bebé para dormir mejor; uno cuando empieza el calor y se quiere alargar la sensación de limpieza de la ducha, o uno cálido en invierno para tener una sentimiento más envolvente.
Usar perfumes para recordar a personas especiales
Que me haya propuesto recomendar este perfume a mis amigas tiene que ver con la capacidad que tienen las notas de higo para evocar el verano, el dolce far niente y las buenas sensaciones. No en vano, no es casualidad que durante el confinamiento aumentara el consumo de los perfumes por su poder para hacernos sentir bien –aún recuerdo las palabras de una veterana editora de belleza que me dijo que durante todos y cada uno de los días de encierro lo único a lo que no renunció fue a su perfume–. Ni tampoco que muchas personas usen el perfume de personas especiales para recordarlas y tener una inmediata sensación de bienestar. Blake Lively, por ejemplo, nos confirmó durante una entrevista que usaba el perfume que utilizaba su madre cuando ella era pequeña o el de su hermano. “Eso me hace sentir cerca de la gente que quiero”, decía.