En el nuevo barrio de Retamar de la Huerta en Alcorcón se podrán ver grúas de edificación de viviendas a finales del año que viene o comienzos de 2027. Este ayuntamiento madrileño ha dado este verano la luz verde para que comiencen las obras de urbanización de una de las bolsas de suelo más relevantes de la región, por lo que en alrededor de 15 meses después podría llegar la construcción de las casas, donde los promotores invertirán alrededor de 1.000 millones de euros.
Retamar es una bolsa de suelo en la parte oeste de Alcorcón, entre la M-50, la carretera M-506 y pegada al vecino pueblo de Villaviciosa de Odón. Allí está previsto que se construyan 3.500 viviendas, de las que 1.150 tendrán precio de protección pública, para crear un nuevo barrio de alrededor de 10.000 habitantes.
Este proyecto ha recibido la aprobación en agosto, por lo que desde ya están lanzadas las obras de urbanización, encargadas previamente a la constructora San José. “En la urbanización está prevista una inversión de 100 millones de euros”, explica Darío Rivera, presidente de la junta de compensación de Retamar (el organismo gestor que agrupa a los propietarios del suelo). El año que viene, la junta de compensación subastará un patrimonio de 17 parcelas para recaudar fondos para afrontar estas obras.
Rivera asegura que entre 15 y 18 meses después del inicio de las obras de urbanización, espera obtener el permiso de simultaneidad para que comiencen las obras de edificación de viviendas. “Para las obras de edificación se necesitará aproximadamente una inversión de entre 900 y 1.000 millones de euros”, recalca.
Esos recursos llegarán de las promotoras que son dueñas de terrenos en Retamar y que han apostado por este negocio de levantar 3.500 viviendas, de las que el 15% serán unifamiliares. Las que más suelo tienen en ese desarrollo urbanístico son Culmia (del fondo Oaktree y que posee casi un 30% de los solares), Realia (controlada por el multimillonario mexicano Carlos Slim), la cotizada Aedas Homes y la empresa barcelonesa La Llave de Oro. Anteriormente también estuvo presente como gran propietario la inmobiliaria Kronos, pero Culmia acabó comprando su suelo.
En Retamar también tendrá un papel relevante Sepes, la sociedad pública de suelo que el Gobierno de Pedro Sánchez está transformando en la nueva promotora estatal. El Ayuntamiento de Alcorcón (PSOE) ha firmado un acuerdo con este empresa pública para que se encargue de construir allí 225 viviendas.
Sobre el precio de las casas, el presidente de la junta de compensación cree que será algo más caro que en el resto de Alcorcón, ya que Retamar limita con Villaviciosa de Odón, un municipio más al oeste de la capital pero que tiene unos precios superiores.
En la parte de avances en la urbanización, en los próximos meses tendrán que ejecutarse las conexiones por carretera con el nuevo barrio, a través de la M-506 y la autovía de circunvalación M-50. Se soterrará un tramo de la M-506 bajo una nueva glorieta y se ampliará de dos a tres carriles por sentido.
A diferencia de otros grandes desarrollos urbanísticos en la Comunidad de Madrid, como Madrid Nuevo Norte o la Estrategia del Sureste, Retamar es una iniciativa únicamente residencial, sin terrenos para uso comercial, oficinas o industrial. “El uso comercial que está previsto se ubica en la planta baja de las edificaciones”, describe Rivera.
Cifras de Retamar
El barrio tiene una extensión de 1,140 millones de metros cuadrados, donde se construirán 3.503 viviendas, de las que 1.123 serán de protección pública. La altura máxima de los edificios será de cuatro plantas.
En el desarrollo se prevén 30 hectáreas de zonas verdes y 14,5 hectáreas de parques urbanos. También siete kilóemetros de carril bici y 5,8 kilómetros de senda peatonal.