Los dos primeros discos de CMAT fueron número 1 en Irlanda. A nivel internacional, ha sido poco a poco que le hemos ido pillando el punto. Un temazo como ‘I Don’t Really Care for You‘ por aquí, una colaboración con John Grant por allá, y este año esa fantástica gira en la que ha convocado a varios miles de personas han ido ensanchando su estatus.
Su tercer álbum ‘EURO-COUNTRY’ cuenta con la mejor colección de singles de toda su carrera. Cada uno de ellos es un himno por diferentes motivos. ‘Take a Sexy Picture of Me‘ habla de la esclavitud de las mujeres hacia su físico, de cómo ha lidiado con su cuerpo desde los 9 años para ser «sexy». Con un colorido vídeo y una actitud liberada, es uno de sus más obvios triunfos.
‘EURO-COUNTRY‘ es el tema titular y el más relevante que jamás haya escrito CMAT, pues es una crítica descarnada al capitalismo. También lo es a Irlanda, por lo que ha decidido meterle al álbum una intro sacada de un documental en el que se percibe «la rareza, la belleza y la calidez» de su país, al que, por si acaso hay dudas, adora sobre todas las cosas.
Inmediatamente después de esa intro «Billy Byrne», ‘EURO-COUNTRY’ es muchas cosas a la vez, y todas ellas muy potentes: un recuerdo de las muchas personas que se suicidaron a raíz de la crisis económica de 2008; una crítica a políticos como Bertie Ahern; y una reflexión sobre la razón que ha llevado a CMAT a intentar emular a las estrellas del pop de Estados Unidos, sin ser ella nada de eso. «Creo que podría morir intentándolo, ojalá no fuéramos así», plantea en la que es una de las mejores canciones de 2025.
‘Running/Planning’ se pregunta por los pasos automatizados que siguen las parejas heterosexuales, con una progresión de acordes e intensidad que lleva a un gran clímax. Y hablando de progresiones interesantes, en ‘The Jamie Oliver Petrol Station’ CMAT ha dado con una canción tan épica que le va a servir para abrir y cerrar conciertos de por vida. La letra es una sorpresa: versa sobre la manía que le ha cogido al famoso cocinero, a raíz de topar con sus productos por doquier durante la gira anterior. Al final ella misma recula y asegura que está mal odiar. «No seas tan zorra, piensa que tiene hijos», dice el divertidísimo estribillo. Después, ha terminado asegurando que esta canción de odio es «una canción de amor a Jamie Oliver en verdad, si lo piensas». JA-JA.
Todo esto ya lo sabíamos antes de la salida del álbum. El resto de ‘EURO-COUNTRY’ no es tan político como prometía. De hecho, ella misma dice ya no reconocerse en la despechada ‘Tree Six Foive’ -una canción que ha llevado a la pronunciación irlandesa tras triunfar ‘365’ de Charli XCX-; tampoco en ‘Ready’, que escribió durante la covid y contiene un mensaje optimista sobre salir adelante; ni tampoco en ‘Coronation St’, que escribió cuando tenía 23 años, y ya fue descartada del disco anterior.
Recuperar algunas de estas viejas composiciones ha sido un acierto. ‘Ready’ aporta ese toque ligero en la segunda mitad y ‘Tree Six Foive’, como también ‘When A Good Man Cries’ -sobre hacer llorar a su chico- terminan de llevar el disco hacia el country, estilo que tampoco aparece en todas las canciones. Porque es verdad que el ambicioso concepto de ‘EURO-COUNTRY’ peligraba: a veces ni es tan «euro», ni tan «country».
CMAT ha sido hábil introduciendo la odiada marca Tesla en la canción dedicada a un amigo que falleció (‘Lord, Let that Tesla Crash’), por la rabia que le dio topar con un Tesla a las puertas del apartamento que ambos solían compartir. Y el álbum termina repitiendo varias veces la frase «I’ll make us country anyway» en el tema titulado ‘Janis Joplining’. Otras veces no estamos más que ante un bonito y sencillo disco sobre el desamor y la amistad, como sucede en ‘Iceberg’, dedicada a su mejor amiga de la infancia.