Si te das un piñazo en coche, sales disparada varios metros y aun así mantienes la pamela bien colocada en la cabeza, es señal de que has entrado en territorio fantástico por la vía del camp. Esa sensibilidad, teorizada por Susan Sontag en el clásico ‘Notas sobre lo camp’ (hay una edición muy cuidada en la editorial La Micro), es la que impregna, desde su primera escena, el nuevo videoclip de Sabrina Carpenter.
‘Tears’ comienza como una película de terror de serie B, ambientada en un escenario campestre típico del subgénero “gótico americano”, hasta que la cantante se quita la pamela y entra en una casa cuya estética se sitúa a medio camino entre un cabaret drag de San Francisco y una función del musical ‘The Rocky Horror Picture Show’, con Colman Domingo en plan Frank-N-Furter y la propia Sabrina como Janet Weiss (pamela incluida).
Los guiños de ‘Tears’ al inmortal musical de Richard O’Brien son constantes, pero entre medias se cuelan también codazos a otras películas.
El más evidente es la famosa secuencia del pasillo de ‘Repulsión’, reinterpretada aquí en clave festiva y petarda. Y también está la escena del maizal. Por muy tono cabaretero que tenga en el vídeo, es imposible que, en un contexto de parodia de cine de terror, no evoque al horror rural de ‘Los chicos del maíz’.
Además, como ocurría en ‘Black Mirror: Bandersnatch’ (o en los tiempos de la MTV, donde se realizaban montajes alternativos por temas de censura horaria), el vídeo tiene varios finales diferentes. Tres donde muere el novio: asesinado por un tacón de Sabrina, aplastado por un árbol al que le ha caído un rayo y despachurrado por un piano de cola que cae del cielo. Y uno donde la cantante no encuentra a su novio y, tras marcharse, descubrimos que la estaba esperando dentro de la casa, vestido con lencería roja.
La noticia ‘Tears’ de Sabrina Carpenter: no solo un homenaje al «Rocky Horror» es de jenesaispop.com.