La fiebre por el vestido lencero asimétrico
Cuando la moda, además de ser tu hobbie número uno, se convierte en tu trabajo, todo empieza a girar en torno a ella y comienzas a contar los años no por sus números correspondientes, sino por las tendencias imperantes. 2022, el año de las Adidas Samba. 2023, el año del ascenso imparable de Miu Miu. 2024, la fiebre por la estética coquette. Y todo apunta a que 2025 será recordado por ser el año que todas –no solo las insiders– se atrevieron a ponerse vestidos sobre pantalones, en concreto EL vestido lencero asimétrico. El gesto, que puede parecer arriesgado ante los ojos más clásicos, sintetiza dos deseos muy claros: el de seguir jugando con el layering y el de convertir la delicadeza en un manifiesto de fuerza.
La última en llevarlo ha sido Barbara Palvin para acudir a la final femenina del U.S. Open. La modelo, acompañada por su marido, Dylan Sprouse –actor que encarnaba a Zack en Hotel, dulce hotel: las aventuras de Zack y Cody–, escogía un vestido lencero asimétrico en color azul bebé con los detealles de encaje en blanco. La asimetría dejaba entrever un juego sutil de proporciones y los detalles de encaje blanco aportaban ese aire etéreo que convierte a cualquier vestido lencero en objeto de deseo, pero lo verdaderamente rompedor fue la elección de combinarlo con unos pantalones vaqueros, elevando el look a un territorio híbrido donde la feminidad no renuncia a la comodidad. De ahí el éxito de esta pieza.
Durante los 2000, el layering entre vestidos y vaqueros fue símbolo de una moda experimental que dividía opiniones. Este 2025, resurge desde una mirada más sofisticada en la que los vestidos lenceros –piezas antes reservadas a la intimidad– salen a la calle revestidos de poder y acompañados de básicos atemporales como el denim o el punto. Palvin, con su decisión estilística, confirma que estamos en una era donde la mezcla de opuestos es la que dicta las reglas del juego.
Y así, lo que parecía un simple truco de estilismo se convierte en declaración de tendencias porque si algo tiene claro la modelo es que la moda, más allá de la alfombra roja, se escribe también en espacios cotidianos como en las gradas de un estadio o en un paseo por la ciudad. El vestido lencero, al sumarse al vaquero, deja claro que su futuro será tan híbrido como sofisticado.