Aquellas que crecieron viendo las comedias románticas de comienzos de los 2000 tienen tatuados en la memoria algunos vestidos que han acabado siendo los más icónicos del cine. Uno de los más reiterados es sin duda el diseño verde de Keira Knightley en Expiación (2007), que ha sido reinterpretado temporada tras temporada, especialmente de cara a las fiestas.
Hubo una prenda cinco años antes con las mismas miras a la posteridad y que, sin embargo, pasó bastante más desapercibida. Hablamos del inolvidable look satinado amarillo que lució Kate Hudson en la fiesta a la que acude junto a Matthew McConaughey en Cómo perder a un chico en diez días (2003) y que regresa con mucha fuerza en 2024. De tirantes y con escote en V, incluía una espalda al aire con dos tiras cruzadas que se recogían a la altura de la la cadera, en un tono un poco más oscuro. En Vanity Fair recogían en 2022 que este color tan particular se debía al propio color del diamante amarillo Isadora, que tanto había gustado a la figurinista del filme, Karen Patch. “Karen trabajó con el equipo de Carolina Herrera para crear algo que sintiese que fuese eterno, clásico y minimalista. Recuerdo todos nuestros fittings y asegurarnos de que las líneas del vestido eran limpias, y luego la espalda eran especificaciones muy claras de Karen”, sostenía la actriz.
Cómo perder a un chico en diez días.