Decir que Harry Lambert es un superfan de Disney sería quedarse corto. Así que cuando surgió la oportunidad de que el estilista trabajara con el citado gigante en una colaboración con Zara, llamada ¡Ah Gee! Wow –su tercera línea para la marca–, la decisión fue obvia.
“Me las grababan y las veía una y otra vez”, rememora sobre el peso que tuvieron películas como Blancanieves, El Rey León y Aladino durante su infancia. “Tengo muchos recuerdos familiares de Disney, de ser felices y divertirnos juntos”, explica el estilista y director creativo sobre sus visitas al parque de Florida cada dos años cuando era pequeño, al que desde entonces ha llevado a sus amigos en repetidas ocasiones. “Todo el proyecto ha sido como… Todavía no me puedo creer que esto esté pasando”.
Naturalmente, se inspiró en los personajes fantásticos de los héroes, como Mickey y Minnie Mouse, el Pato Donald y Daisy y Goofy, y creó la colección haciendo moodboards con imágenes de archivo, tomando referencias de ropa vintage y escribiendo notas inspiradas en sus atuendos y gestos reconocibles. Lambert se centró en gran medida en las tiras cómicas japonesas de las etapas iniciales, que proporcionaron un punto de partida alternativo a las apariciones de personajes ampliamente distribuidas.