Begoña Rodrigo recomienda este verano tomar una tostada de aguacate y un bocadillo de calamares en Tres14, en la playa de La Patacona (Valencia); a Ángel León se le puede ver disfrutando del típico mollete de pringá y chicharrones de ‘Casa Vicente Los Pepes, en El Puerto de Santa María (Cádiz); Diego Guerrero se rinde ante la ensalada de San Isidro en Rambal (Madrid), y Elena Arzak aconseja tomar el aperitivo en El Café de la Concha, en plena bahía donostiarra. Son algunos de los cocineros que participan en una nueva edición de los soletes de la Guía Repsol, y descubren sitios informales, familiares, recién abiertos y asequibles —desde chiringuitos, terrazas, bares, cafés, heladerías o coctelerías—, a los que van cuando no están trabajando.
Por ejemplo, Andoni Luis Aduriz va al merendero La Cabaña a tomar sardinas junto al faro de Higuer, en Hondarribia (Gipuzkoa); a Joan Roca le gustan los quesos artesanos de Formaticum, en Girona; a Martina Puigvert, de Les Cols, en Olot (Girona) le gustan los dulces de Pastissería Ferrer, y Paco Roncero, con el restaurante a su nombre en Madrid, y Toño Pérez, del restaurante Atrio (Cáceres) acuden a tomar pizza en Fratelli Figurato, en Madrid. “Para mí, un solete es una pista maravillosa, que te asegura salir contento cuando vas a parar en una zona que no conoces”, asegura la cocinera Begoña Rodrigo. “Son sitios muy frescos, originales y muy asequibles, a los que nosotros mismos acudimos”, afirma Elena Arzak. Para Ángel León “son un premio en un sector que muchas veces no se tiene en cuenta, pero que es el que nos da a comer a diario en este país. Lugares cotidianos, lugares de barrio maravillosos, lugares inesperados donde hay una cocina con cariño, una familia o un equipo que ama su trabajo, a un precio asequible para un público que puede disfrutarlo”.
En esta nueva edición, la novena, se incluyen a las estrellas del verano: chiringuitos y terrazas donde saborear los días de estío: desde La Gabia dels Mussols, en Sant Feliu de Guixols (Barcelona), el preferido a pie de playa por Javier y Sergio Torres, de Cocina Hermanos Torres, en Barcelona; a La Cantina de Jávea, donde sirven el mejor producto, según Alberto Ferruz, del restaurante BonAmb; o El Cazurro, de Liencres (Cantabria), uno de los lugares favoritos de Jesús Sánchez, del restaurante El Cenador de Amós, en Villaverde de Pontones (Cantabria).
Los helados son una debilidad para los cocineros, que no dudan en detallar sus preferidos: a Paco Morales, de Noor, le gusta el de stracciatella de Buonisssimo Gelato, en Córdoba; Juan Carlos Padrón, de El Rincón de Juan Carlos toma un helado de pistacho de Picacho, en El Médano (Tenerife), y Nandu Jubany, de Can Jubany, destaca el de biscuit glacée de la heladería Xixovic, en Vic (Barcelona).
Para tomar vinos, Mateu Casañas, Oriol Castro y Eduard Xatruch, cocineros y propietarios del restaurante Disfrutar, elegido este año el mejor del mundo, según la lista The World’s 50 Best Restaurants, optan por Uain Bar&Store, en L’Escala (Girona); para desayunar, los hermanos Torres eligen Dole Café, en Barcelona; y en Bilbao, Eneko Atxa, de Azurmendi, toma hamburguesas La Muga.
