Gimnasios más allá del ‘gymbro’: así se ha hecho fuerte el sector | Fortuna

Están por todas partes, donde menos lo esperas, y su omnipresencia no es fruto de la casualidad. La mochila de Basic Fit, además de un complemento cuestionado desde el punto de vista estético que ya ha dado que hablar en otros artículos, es también un símbolo de un fenómeno que no siempre ha estado ahí. O, al menos, no en su forma actual. Los gimnasios han tomado las calles y se han vuelto cada vez más populares. Para lograrlo, el sector ha atravesado toda una revolución que, como última consecuencia, le ha llevado a dejar atrás los estereotipos que antes se asociaban a él.

Esta revolución no ha sido de un día para otro. Más bien, se ha cocinado a fuego lento. Alberto García, director general de la Federación Nacional de Empresarios de Instalaciones Deportivas (FNEID), explica que hace algo más de 20 años, los gimnasios eran centros pequeños en los que se trabajaba la fuerza con un público muy vinculado al culturismo. Entonces, estos centros estaban regidos por empresarios independientes que, pese a lo atomizado del mercado, ofrecían más o menos lo mismo a sus clientes: pesas, hierros, máquinas… Y poco más.

Durante años, la situación se mantuvo más o menos estable, pero García sitúa el primer gran punto de inflexión en 2012. Ese año, con el país todavía golpeado por la crisis financiera, los gimnasios perdieron el IVA reducido del 8% que tenían hasta entonces para pasar a soportar el general del 21%, una cota impositiva que aun a día de hoy soportan para queja generalizada del sector. “Hizo mucho daño y hubo empresarios que no aguantaron. Desde 2012 hasta 2015 hubo una crisis tanto de usuarios como de cierre de instalaciones. A partir de 2015, el sector empezó a recuperarse”, rememora.

La crisis que se llevó por delante a buena parte del sector también fue la simiente de su gran cambio. Con el precio de los locales y los alquileres deprimidos tras el estallido de la burbuja y por el auge del comercio online, el mercado quedó servido en bandeja para que llegaran las grandes cadenas low cost que hoy en día han tomado por asalto el sector. La apertura de nuevos centros con precios más asequibles fue atrayendo a nuevo público. Pero, nuevamente, otra crisis, la pandemia, volvió a poner contra las cuerdas a los gimnasios y a cambiarlos.

Las cadenas, con más músculo que sus pares, resistieron y coparon aún más parte del mercado, dejando al gimnasio tradicional independiente al borde de la extinción, salvo honrosas excepciones. Su oferta atrajo a más público. El público atrajo a más cadenas de gimnasios. La competencia se intensificó. Las cadenas buscaron diferenciarse ofreciendo nuevas actividades y servicios. La diferenciación de la oferta, junto con una mayor preocupación por la salud y la imagen tras la pandemia, atrajo a gente que antes no era el público habitual de este tipo de centro.

El gymbro (el estereotipo de hombre musculoso que entrena con mucha regularidad) dejó de estar solo y pasó a convivir con oficinistas que salen a la hora de comer y jubilados que hacen body pump. Al calor de esta mayor diversidad y afluencia fue cómo las mochilas de Basic Fit, la mayor cadena fitness de España con más de 200 centros sobre el total de 4.800 que hay en todo el país, conquistaron la calle. Pero no solo ellos lo hicieron. De hecho, otra cadena dedicada en su caso al boxeo fitness, Brooklyn Fitboxing, sigue de cerca a Basic Fit por número de clubes, habiendo inaugurado el número 200 a comienzos de septiembre.

¿Son los gimnasios realmente diferentes?

Aunque para alguien ajeno al sector la respuesta pueda ser a priori un no, en realidad, sí que hay diferencias entre unos gimnasios y otros. Y no pocas. En la guerra desatada por atraer nuevos usuarios, las tácticas se han ido sofisticando cada vez más. Primero, llegó la más obvia: la diversificación de precios. Jaime Gross y María Luz Campo, consejero delegado y cofundadora de Abada Club, cuentan que, desde el punto de vista económico, la oferta de gimnasios en España se encasilla en tres grandes categorías. Los de bajo coste, los de gama media y los de lujo.

En los de bajo coste, el usuario paga una cuota reducida que va de 15 a unos 25 euros al mes. A cambio, gana acceso a las instalaciones y poco más. En la gama media, con un precio que ronda los 40 euros, el socio disfruta de las máquinas y de otros servicios añadidos como saunas o actividades organizadas por su gimnasio. En la gama alta, con precios que oscilan mucho y que parten aproximadamente de los 130 euros al mes, la personalización, la no saturación del gimnasio y el uso de equipamientos de lujo están a disposición de los clientes. Abada Club está en esta última categoría.

Campo y Gross describen que los socios de su club son gente de todo tipo, pero con un perfil adquisitivo medio-alto. Acuden hombres y mujeres por igual. Hay tanto gente joven de 20 y 30 años como socios de más de 50 años. El gimnasio tiene zona de recuperación, sala de coworking, máquinas que se adaptan a cada usuario con acercar una pulsera, un seguimiento con planes de entrenamiento personalizados y servicio de actividades boutique. Preguntados sobre qué les hizo apostar por este tipo de negocio, responden que la mucha menor competencia de este segmento en España les hizo decantarse por él.

Más allá del dinero, otra forma de distinguirse fue ampliar el catálogo de servicios que se ofrecen y el cómo se ofrecen. Enrique Iranzo es director de operaciones de Anytime Fitness. Esta firma de origen estadounidense es la mayor del mundo con 5.500 clubs y cuenta con 48 en España, pero planean acabar el año con 53. El secreto de su éxito se basó en ser los primeros en dar acceso al gimnasio las 24 horas los 365 días al año.

Iranzo dice que no siempre la ley española permite este modelo de apertura perpetua, ya que está muy fragmentada al respecto, con normas que varían incluso dentro de una misma localidad. No obstante, el directivo apostilla que, siempre que les es posible, lo hacen.

Cuenta, además, que tienen todo tipo de público y asegura que, en los gimnasios que abren 24 horas, también hay socios que van incluso a las 2 de la madrugada. “Hay por ejemplo taxistas, personas que trabajan en hostelería y que cuando salen tarde van a entrenar. Hay gente que tiene horarios complicados y nuestro gimnasio les da ese valor añadido”, reflexiona. El directivo adelanta que, de cara al futuro, su cadena buscará ofrecer una mayor personalización a través del uso de una aplicación.

Precisamente es esto, la personalización, en lo que Balance Triangle ha basado su razón de ser. Poniendo como foco a un público muy determinado y cada vez más numeroso, el de las personas mayores y el de aquellos que necesitan rehabilitación tras una lesión, este gimnasio centrado en entrenamientos individuales y actividades grupales de grupos reducidos busca hacerse un hueco. Marco Tulio Barrios, entrenador personal, y Tiffany Barrios, fundadora de Balance Triangle, especifican que cuando alguien se apunta, lo primero que le hacen es una prueba de diagnóstico para ver su nivel de salud y aptitud física, y darles así un entrenamiento ajustado a sus necesidades.

“Cuando les ubicamos hacemos la recomendación. Si viene alguien que está muy perdido, con dolores crónicos… Le somos sinceros y le recomendamos dar unas clases personales antes. Los grupos se dividen en nivel inicial, intermedio y avanzado. En un principio pensamos en poner los niveles en función del rango de edad. Nos dimos cuenta de que no funcionaba. Es por niveles, porque es muy relativo. Tenemos por ejemplo a una señora de 80 años que yo pensé que se habían equivocado al agendarle el curso, porque está entrenando con gente de 60 años levantando los mismos pesos y haciendo los mismos esfuerzos», comentan.

Poniendo el foco en lograr más salud y un mejor envejecimiento gracias a los entrenos, sostienen que muchos de sus usuarios se quejan de que cuando han ido a otros gimnasios, precisamente echaban en falta ese acompañamiento personalizado. Afirman que se sentían perdidos al hacer el ejercicio por libre.

De cara al futuro, los diferentes expertos consultados para este artículo apuntan todos en la dirección de que ayudar a los usuarios a no sentirse perdidos en el gimnasio será una de las tendencias claves. Para ello, las cadenas con muchos socios planean usar la tecnología. También opinan que es probable que cada vez el catálogo de prestaciones incluidas en la cuota del gimnasio vaya creciendo. Por ejemplo, que se incorporen recomendaciones de nutrición elaboradas por profesionales del ramo, pero estandarizadas con base a los objetivos que se quieran conseguir. Coinciden en que las cadenas seguirán ganando terreno y en que el sector se irá consolidando aún más, lo que no significa que los centros más nicho, como los especializados en el boxeo tradicional o en pilates, sí que se mantengan independientes.

Respecto a qué pasará con el número de usuarios de gimnasios, el director general de FNEID cree que seguirá creciendo. “Todos los modelos conviven de una forma muy equilibrada. Notamos que la oferta está generando demanda, con lo cual, seguimos creciendo y es una tendencia muy positiva. No solo para los clubes, sino también, para toda la sociedad”, valora García. Dicho con otras palabras. Malas noticias para aquellos a los que las mochilas de Basic Fit les parezcan feas: todo apunta a que seguirán viéndose en todas partes.

Ver fuente

Farándula y Moda

Entrada siguiente

Freispiele nun, Aktuelle egyptian fortunes Slot Freespins exklusive Einzahlung tag für tag

Dom Sep 28 , 2025
Comparte en tus redes sociales Content Egyptian fortunes Slot: Wie konnte man 50 Freispiele ohne Einzahlung bekommen? Schützen Diese letter 50 Freispiele inoffizieller mitarbeiter Verde Spielbank! Unter einsatz von 50 Euro Bonus bloß Einzahlung Eltern im griff haben untergeordnet eingeschaltet aktive Benützer zusprechen sie sind, die sich je den Newsletter des […]

Puede que te guste