Olivia Culpo tiene la siguiente creencia sobre el matrimonio: «Es un pacto. Es el comienzo del resto de tu vida, es la unión y el vínculo de dos personas para siempre», explicaba la modelo y ex Miss Universo a Vogue. Así que, a la hora de diseñar su vestido de novia con Dolce & Gabbana, hubo una nota en la que insistió al atelier por encima de todo: «Quería algo que se sintiera tan serio como ese compromiso», decía.
Durante meses, ella y la casa italiana trabajaron juntas para traducir ese ideal emocional en un vestido. Y el sábado 29 de junio, Culpo caminó por el pasillo de la capilla de Watch Hill, Rhode Island, para casarse con Christian McCaffrey, running back de los San Francisco 49ers, con un vestido de crepé de manga larga y cuello redondo, falda voluminosa y espalda abotonada. «No quería que exudara sexo de ninguna manera», explicaba sobre el vestido, que llevó con un velo de encaje de 4,5 m. «Quería que se sintiera sin esfuerzo y como si me complementara, no que me abrumara. Hay tanta belleza en la sencillez» (esta filosofía también se extendió a su belleza: Culpo cuenta a Vogue que se maquilló poco, renunciando a la máscara de pestañas y al gel para cejas en favor de un look sencillo).
«Cuando pienso en Christian y en lo que le gusta y en los momentos en los que cree que estoy más guapa, es absolutamente en algo como esto: atemporal, cubierto y elegante», añade.
Photo: Jose Villa