Pero el mayor terremoto llegó con Actually Romantic, la séptima apuesta del disco. Según varios medios, la canción estaría dirigida a Charli XCX y contiene alfilerazos como «I heard you calling me ‘Boring Barbie’ [Te escuché llamarme ‘Barbie aburrida’]” o “Wrote me a song saying it makes you sick to see my face [Me escribiste una canción diciendo que te pone enferma verme la cara]”. El tema ha desatado especulaciones y ha puesto bajo el foco la relación entre ambas artistas, encendiendo un intenso debate en redes sociales.
Para Swift, siempre hay un lugar para el amor
El amor y las relaciones son quizá el tema principal en su discografía y, como no podía ser de otra manera, su historia con Kelce se filtra con sinceridad y devoción en The Life of a Showgirl. En The Fate of Ophelia, por ejemplo, canta: “Pledge allegiance to your hands, your team, your vibes [Juro lealtad a tus manos, a tu equipo, a tus vibraciones]”, un guiño perfecto al universo del jugador de la NFL. La referencia más íntima llega con Opalite, título que alude a la piedra natal del mes de nacimiento del quarterback, octubre –y también el mes de lanzamiento de este largo–. En ella, Swift imagina un futuro juntos: “Have a couple kids, got the whole block lookin’ like you. [Tener un par de hijos, que todo el bloque se parezca a ti]”. Y en Wood, quizá la pista más sensual del disco, expresa: “It’s you and me forever, dancing in the dark [Somos tú y yo para siempre, bailando en la oscuridad]”. Un cúmulo de declaraciones directas a través de las que Swift no solo celebra su presente amoroso, sino que retrata un vínculo que mezcla ternura, complicidad y deseo, convirtiendo su álbum en un testimonio sonoro del compromiso que mantiene a día de hoy con Travis Kelce.