Cualquier momento es bueno para hacerlo, pero a veces conviene celebrarlos. Esos títulos que nos hablan de otras realidades no normativas y que se escriben a través de distintos géneros literarios. Estos son los 5 libros que nos acercan a la comunidad lésbica, queer y trans.
1. Stone Butch Blues, de Leslie Feinberg (1993)
Inauguramos esta lista con una obra de culto publicada en 1993. En sus páginas, se cuenta la historia de Jess Goldberg, “una lesbiana butch y genderqueer de clase obrera criada en el Buffalo de los años 50 antes de mudarse a Nueva York”. Quien está detrás es Leslie Feinberg, sindicalista y activista estadounidense, que se convirtió en un símbolo de la lucha de los derechos LGBTQ en Estados Unidos y en todo el mundo.
Su crónica, desde su infancia hasta la edad adulta, despliega la dureza a la que se tenían que enfrentar en aquel momento la comunidad butch, drag y queer, soportando la brutalidad policial a diario y la incomprensión por parte del resto del mundo. La parte tierna reside en las redes de cuidados entre aquellas personas que se enfrentan con el desprecio a diario.
La obra, reeditada en 2021 por la editoria Antipersona, está traducida por Judit del Río y Layla Martínez, que tuvieron en cuenta los deseos de Feinberg. Entre ellos: liberar la obra de derechos y que los ejemplares físicos tuviesen “un precio que cubriese los costes de producción pero no generase plusvalía”.
Así lo han hecho en Antipersona, que además ofrecen la posibilidad de leer la obra en PDF. “Estos costes se han calculado para la primera edición, de 1000 ejemplares. A partir de ahí, los beneficios que se obtengan se donarán a asociaciones LGTB, organizaciones trans, causas antirracistas y sindicatos de clase”, explican desde su web.
2. El círculo sáfico, de Paula Villanueva (2024)
“Leer cientos de historias de ficción en las que el amor entre mujeres pasa de puntillas y empezar a tirar de un hilo y encontrarme con historias ficticias y reales –novelas, diarios, cartas, poemas– lo ha supuesto todo», nos cuenta la autora sobre la concepción de su libro. “Por eso quería escribir sobre ellas y honrarlas, ponerlas en común en un diálogo perpetuo y absolutamente necesario. Si a mí me emocionó tanto leerlas y mi love language bibollero es regalar sus libros, escribir sobre ellas era un poco de cajón. Tenía que replicar sus estrategias y seguir su estela. Quiero algo más que reductos de esperanza, quiero una Historia sáfica”, asegura.