Amanda Seyfried y su particular lección de elegancia y contraste
Amanda Seyfried acudía al BFI London Film Festival 2025 vestida por Richard Quinn, concretamente el diseño que abrió el desfile de otoño-invierno 2025-2026 del diseñador británico. El vestido, una creación de silueta midi estructurada con corte imperio y falda de voluminosa, estáaba confeccionado en terciopelo negro y tul blanco, materiales que, en manos de Quinn, dialogan entre sí en un ejercicio de contraste visual y conceptual.
La pieza encarna una dicotomía profundamente humana basada en la dualidad entre oscuridad y pureza siendo lo teatral y lo íntimo los medios de transmisión. El corpiño palabra de honor, rematado por una rosa blanca de proporciones escultóricas en el centro del pecho funcionaba como punto focal y firma inequívoca del diseñador. La flor, símbolo recurrente en su imaginario, no ejercía de mero adorno, sino un elemento arquitectónico que redefinió la estructura del bustier, convirtiéndose en epicentro de la prenda.
Richard Quinn, conocido por su capacidad para fusionar la tradición británica con un dramatismo de la alta cultura de nuevo siglo, propone en esta colección una revisión del romanticismo clásico a través de la lente de la disciplina estructural. Su trabajo se sitúa en la plena fusión entre la alta costura y la rebeldía londinense, una amalgama que encuentra en Seyfried una intérprete perfecta.
Finalmente, la actriz optaba por dejar su melena lisa suelta y colocarla por detrás de las orejas para dar todo el protagonismo al escote en palabra de honor. Su elección de maquillaje natural y cabello liso con raya al medio actúa como contrapunto racional frente al dramatismo del vestido, dejando que el diseño respire sin competir con el look beauty.
Richard Quinn temporada otoño-invierno 2025-2026