Pilates barre: en qué se diferencia del pilates y del barre
Yo, que me creía alumna aventajada por practicar barre en mi casa con los vídeos a demanda de una profesora británica antes de que el furor llegara a España, no sabía que podía haber diferentes modalidades de barre. Pero vaya si las hay. Basta con entrar en el catálogo de clases de algunos de los múltiples estudios de barre que se han puesto de moda –el ingenio a la hora de nombrarlas daría para otro artículo– para comprobar que hay diferentes tipos de barre. Y no, no hablamos solo de que la clase cambie en función del profesor o profesora que la imparta. Hablamos de una división real que existe entre las clases más dinámicas y movidas que priorizan el trabajo cardiovascular con intervalos de HIIT (pero manteniendo la esencia del barre, esa mezcla de pilates, ballet y fitness). Y las que se focalizan en el trabajo de fuerza y resistencia con ejercicios isométricos y de bajo impacto. Estas últimas, más pausadas a nivel de ritmo cardiaco porque se enfocan principalmente en el trabajo de resistencia con muchas repeticiones para llegar a la fatiga muscular, podrían entrar dentro del paraguas del pilates barre. Aunque el nombre varía en función del centro, la esencia es la misma: priorizar el trabajo de pilates de la sesión y, por tanto, la tonificación y la fuerza.
“El pilates barre es una fusión que combina lo mejor de dos mundos: la precisión y control del pilates con la elegancia y fluidez del trabajo en barra inspirado en la danza clásica. El barre bebe mucho del pilates clásico, pero añadiendo ejercicios que van al beat de la música (aunque siempre de una forma controlada y poniendo atención en la respiración y la técnica”, explica Paula Tabuyo, fundadora del estudio BarreLatte donde las clases de este tipo se llaman Flat White. “Es una sesión más lenta y controlada, sin ese componente de cardio e impacto que buscamos evitar en una sesión de pilates”; apunta.
La fisioterapeuta y creadora de Arde Barre Studio, Inés Jiménez, lo explica así: “El pilates barre no es más que un barre ciñéndose muchísimo a la técnica del pilates y esto implica, por ende, ceñirse muchísimo a la postura. No es ni más ni menos que lo que llevamos haciendo nosotros desde que abrimos en 2022. Se trata de hacer un barre en el que, mediante la postura correcta, se focaliza mucho el trabajo en el músculo y por eso arde. Somos muy puristas en cuanto a la postura y somos conscientes de que sin una buena, el éxito de la disciplina no es el mismo, ni en beneficios físicos ni mentales”.
En la misma línea va la explicación de Inés Morán, cofundadora de Casa Barré. “Realmente cada estudio puede manejar una metodología distinta adaptándose a los objetivos de cada marca y por eso a veces se encuentran nombres distintos dentro de las clases de barre. Realmente no existe como tal lo que se llama ‘pilates barre’, pero de forma general el barre trabaja con principios de movimiento muy similares a los que encontramos en la base del pilates aunque la distinción depende de la intensidad y del ritmo que se emplea en todos los movimientos”.
Por qué triunfa entre mujeres de 40 y 60 años
El barre en general y el pilates barre en concreto son opciones maravillosas para trabajar el cuerpo a cualquier edad. Pero es cierto que cuando el barre está menos centrado en el trabajo de cardio y más en la intensidad de los ejercicios de tonificación provenientes del pilates, la aceptación entre mujeres de entre 40 y 60 años es total. Así nos lo confirma la experta de Arde Barre: “La generación silver es una generación fuerte. Sin embargo, a esta edad es cuando más se sufren los cambios hormonales que afectan tanto al físico como a la mente. El barre es una disciplina muy dura (siempre que esté bien hecha) pero muy efectiva. Además, no implica impacto y para esta generación que ya va notando la degeneración en articulaciones es lo mejor. Además, los beneficios a nivel cardiovascular, tonificación, postura, equilibrio y coordinación son tan evidentes que culminan en una aumento de la calidad de vida y bienestar absoluto”. Además, como señala la creadora de BarreLatte, el que sea una disciplina amable pero intensa y efectiva en la que se puede trabajar la fuerza con menor riesgo de lesiones, es otro motivo que explica el furor. Además, la carga progresiva de peso y bajo impacto, tal como insiste Morán, hace que sea una buena opción para mujeres de más de 40.