Viva Suecia / Hecho en tiempos de paz

«Su peor disco, me temo». «Mala deriva de este que fue un buen grupo». «Es lo peor que han hecho desde que empezaron». Me acuerdo mucho de los comentarios que algunos dejasteis en la crítica de ‘El amor de la clase que sea‘ porque el anterior álbum de Viva Suecia ha terminado convirtiéndose en un clásico del pop español. No es que haya sido disco de platino por los pelos, es que debe de estar al caer el segundo: el álbum acaba de ser excluido de la lista de Promusicae al superar el máximo permitido por las normas. Tres años enteros en lista. Última semana, aún top 23.

Me acuerdo mucho de aquellos comentarios no porque tuvieran razón ni porque no la tuvieran. La calidad y el éxito comercial no son ni sinónimos ni antónimos; pueden ser compatibles, y muchas veces no lo son. Me acuerdo de ellos sobre todo por su radicalidad. Muchas veces me he preguntado si Viva Suecia habían cambiado tantísimo desde sus inicios. En mi opinión, si su álbum superventas era el peor de su carrera, lo era por una décima o dos. Nunca aprecié una decadencia creativa en su trayectoria, ni la aprecio ahora después del éxito masivo y de aquella polémica tan jugosa que tuvieron con Rockdelux, precisamente sobre la calidad de su música.

En la prensa española deberíamos estar analizando con más interés a qué se debe el macroéxito de Viva Suecia. El camino abierto por Vetusta Morla e Izal tienen que ver. La demanda que hay en España tradicionalmente hacia los grupos de guitarras, también. Y la fidelidad que despiertan una vez asentados. La aversión de una parte del público hacia el reggaeton o todo lo que huela a música latina, ha debido de contribuir. Pero sobre todas las cosas, porque las modas vienen y van, me referiría a su habilidad para escribir estribillos coreables. En su caso, en directos impecables.

En este nuevo disco, está claro que esos estribillos más grandes que la vida que van a resonar en arenas y festivales son los de los singles ‘Querer’ y ‘Dolor y gloria’. Uno dice «dime que me quieres, yo sé lo que hay que hacer» antes de que se sume un gancho instrumental a los teclados que ni A-ha. El otro rima: «voy a joderte el presente» con «voy a quererte siempre», como muestra de esas contradicciones humanas con las que todos podemos empatizar. Reconozco que estas nuevas canciones no me han impactado como en su día lo hicieron ‘Adónde ir’ o ‘Bien por ti’, pero en absoluto las percibo a años luz de aquellas. Desde luego siguen sonando a Viva Suecia.

¿No hay ninguna evolución en ‘Hecho en tiempos de paz’? Su mayor novedad es la sección de vientos. El modo en que convierten a Viva Suecia en una suerte de E Street Band. Sus conciertos se crecerán con una docena de músicos. El grupo asegura que se ha atrevido a abrir puertas que no había abierto antes. Sobre todo ‘Mala prensa’ les encuentra en un registro más puramente rock&roll, ya muy poco «indie» sea lo que sea lo que eso signifique. Sería una canción más Ronaldos, Rolling o Bruce Springsteen que Planetas, cuya letra equipara «mala prensa» con «buena publicidad».

Me transmiten menos estos Viva Suecia intentando reafirmarse a sí mismos o moviéndose hacia lo más canónico del rock, para lo que también han llamado a colaborar a Siloé. El cantante más palabrotero de la historia de España dice «joder» nada más entrar en ‘Sangre’, aunque por suerte luego aporta una reflexión más interesante, tras una referencia a ‘Se nos rompió el amor’: «¿Y si me miras con la misma emoción con la que miras al pasado?».

Este inconmensurable nivel de testosterona se encuentra, en cualquier caso, equilibrado con las apariciones de la murciana Hoonine en la costumbrista ‘Tú y yo contra los demás’ y la de Samuraï en ‘Melancolía’, que pasa de ser una balada a piano al cielo. Dos colaboraciones que eximen a Viva Suecia de ser esa banda de cuatro tíos, en los vídeos ya incluso un poco pasados de rosca, que como diría Isa de Triángulo, «no tienen amigas».

El contraste chico/chica hace bien a unas canciones que contienen minúsculas aproximaciones al góspel o al folk (‘Los afortunados’), pero que en general son mejores cuanto más «Viva Suecia» son. ‘Fuimos felices aquí’ lo es 100% desde su mismo título, aunque los teclados apuntan más bien a algo tipo Talk Talk en ‘It’s My Life’. Hacia el final del álbum ‘Deja encendida una luz’, un tanto Strokes, deja un poso positivo con otro de sus estribillos-lapa: «Si me derrumbo… tú deja encendida una luz».

En verdad de eso iba ‘Hecho en tiempos de paz’, de tratar de dejar atrás guerras personales -como sugiere ‘Querer’- y «hacer las paces con el universo» -como sugiere ‘Dolor y gloria’-. «Nos debemos una tregua y un abrazo maternal», propone ‘Gente normal’, que en absoluto es una versión de Pulp. Viva Suecia tratan de concentrarse en el amor que obtienen de su público e intentar devolverlo hasta a quien no lo quiera. Hasta que el cuerpo aguante, y que sea mucho tiempo.

Ver fuente

Farándula y Moda

Entrada siguiente

Fortune Favors the Bold Test the waters with the big bass splash demo and potentially snag wins up t

Mar Oct 14 , 2025
Comparte en tus redes sociales Fortune Favors the Bold: Test the waters with the big bass splash demo and potentially snag wins up to 5,000x your stake. Understanding the Core Gameplay The Free Spins Bonus Round: Where the Action Heats Up Volatility and RTP – Understanding Your Chances Strategies for […]

Puede que te guste