Si hay algo por lo que la reina Letizia haya ganado en el panorama de la moda es por su filosofía de repetir estilismo. Lejos de dejar sus bolsos y vestidos en el olvido tras una sola aparición pública, la soberana convierte cada accesorio en un uno recurrente, una pieza de su armario que reaparece una y otra vez con nuevos estilismos.
Su última aparición en Roma, durante la ceremonia del Día de la Comida de las Naciones Unidas, fue la prueba definitiva. Doña Letizia recuperó su icónico bolso de mano mini Furla 1927 Top Handle en un estampado floral que se siente tan fresco como inesperado para el otoño.
Lo combinó con un traje de pantalón y blazer en rojo escarlata, junto a una camisa con lazo frontal, que añadía un toque de dramatismo al conjunto. ¿El resultado? Un look impecable, casi monocromático, con un toque de contraste gracias al bolso.
Y no es la primera vez que lo vemos. La reina Letizia ha llevado este bolso en distintas ocasiones y —casi— en todas las estaciones. Desde febrero de 2024, con un vestido vaporoso en rosa empolvado, hasta septiembre del mismo año, cuando lo combinó con un vestido rojo de falda midi y una gabardina sobre los hombros. En cada uno de los casos, el bolso ha sido el hilo conductor que une elegancia y un pop de color más atrevido.