¿Por qué elegir entre botas y zapatillas pudiendo tener lo mejor de ambas en un solo calzado?
Directas desde los 2000, las botas de boxeo resurgieron en el imaginario colectivo hace más de un año. Su diseño con cordones y caña alta (altísima incluso) resonó muy fuerte en las calles de las grandes capitales de la moda y en las pasarelas, haciéndose eco entre las insiders más vanguardistas, quienes les han encontrado todo tipo de combinaciones sorprendentes. No son para todo el mundo ni tampoco para todos los armarios, y quizá sea precisamente esa intensidad la que las hace tan fascinantes. La otra cara de la moneda es que podrían tener fecha de caducidad, un periodo limitado en el que exprimirlas al máximo. Y por eso mismo, me planteo invertir en un par más depurado, capaz de acompañarme sin miedo a que no resistan el paso del tiempo.
Uno de los objetivos que compartimos la mayoría de las amantes de la moda es dar con piezas que nos sirvan, en la medida de lo posible, temporada tras temporada; razón por la cual tratamos de pensar muy bien en nuestras compras. En este caso, lo tengo claro. Esta tendencia de las boxing boots (el nombre que reciben en la cultura anglosajona por su gran parecido con el calzado que utilizan en el ring) realmente me gusta, lleva ya un tiempo en nuestro radar y he encontrado algunos modelos que sé que se mantendrán estables en mi guardarropa hasra que no den más de sí.
A caballo entre una zapatilla y una bota, podrían adherirse perfectamente a la categoría de boxing boots, aunque mi elección no es tan extremista. Tiene una caña algo más discreta, un acabado neutro y está realizada en materiales más clásicos como el ante, aunque sin dejar de ser una apuesta moderna. Puede elevar un look al instante y contrastar de forma provocadora con prendas más delicadas o femeninas. La clave está en integrarla bien en el conjunto, consiguiendo que capte toda la atención.
Este híbrido no es un accesorio cualquiera. Exudan fuerza y determinación a cada paso y actúan como un puente entre lo urbano y lo sofisticado, entre lo moderno y lo atemporal. Es exactamente el tipo de inversión por la que apuesto y que creo que merece un lugar en mi colección, ya que además su comodidad es uno de sus puntos fuertes. Concentran lo mejor de una zapatilla y de una bota en un solo diseño y, a pesar de que tal vez sea sustituido en algún momento por otra tendencia, quiero apostar esta temporada por llevar la audacia directamente en los pies. ¿Te apuntas?
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