Cuando Denis Villeneuve se dirigió a Jacqueline West para que diseñara el vestuario de Dune, su respuesta inicial fue: “¡Pero yo no hago ciencia ficción!”. En realidad, era precisamente eso lo que le interesaba al director. «Me dijo: ‘Quiero que esté basada en el pasado aunque sea el futuro’. Creo que una de las razones por las que me pidió que lo hiciera», explica West. “Creo que una de las razones por las que me lo pidió a mí fue porque le gustó mi trabajo en The Revenant, porque estoy muy ligada al realismo”. West, que estudió historia del arte en la universidad, se inspiró en referencias medievales y en el arte antiguo del Norte de África del Norte y Oriente Medio para muchos de los trajes de Dune. Pero para otros, como los uniformes de los Fremen, se basó en el libro de Frank Herbert, que ofrecía descripciones muy detalladas. “Sabíamos que necesitábamos zonas de recolección de fluidos corporales en el traje, un sistema de tubos para transportar el agua; que debía parecer que funcionaban en el desierto como una destilería, y aún así conservar ciertos aspectos de armadura, porque los Fremen eran combatientes excepcionales”. West suele trabajar con un dibujante para perfeccionar sus diseños y luego los muestra al director. “Sigo reajustando hasta que escucho a Denis decir: ‘Lo amo profundamente’”. —Laia Garcia-Furtado
Black Panther, 2018
«El diseño de vestuario consiste en construir mundos», afirma Ruth E. Carter, ganadora de un Oscar por sus trabajos en Black Panther y su secuela Black Panther: Wakanda Forever. «Pero también se trata de los minuciosos detalles de cada traje». Cuando el fallecido Chadwick Boseman se probó por primera vez su traje de Black Panther, recuerda Carter, “era majestuoso. Tenía el poder de provocar la emoción que se debe sentir al ver a un superhéroe. ¡Me puse a saltar de alegría! ¡Black Panther estaba en mi oficina!”. Aun así, quedaba trabajo por hacer, como facilitar que Boseman respirara y se moviera con libertad: “Trajimos a alguien del Boston Ballet para ponerle refuerzos bajo los brazos y las piernas, y creamos un dispositivo especial en la nariz para que pudiera quitárselo mientras los efectos visuales se lo ponían de nuevo». Carter aplicó los mismos conocimientos técnicos a los conjuntos de las Dora Milaje, la guardia real femenina de Wakanda, uno de los cuales luce aquí Awar Odhiang, vestida también con una reinterpretación de Olivier Rousteing, de Balmain, para Vogue World: Hollywood. –José Criales-Unzueta
Orlando, 1992
«He hecho muchas películas, pero muy pocas me han dado tanta libertad artística como Orlando«, dice Sandy Powell, la galardonada diseñadora de vestuario con tres Oscar y tres BAFTA (y el triple de nominaciones). Orlando, de Sally Potter, protagonizada por Tilda Swinton, «era una película de época, pero tenía un toque especial porque se tomaba ciertas libertades estéticas; no era históricamente exacta al cien por cien». Powell, que ya había trabajado con la directora y la actriz en proyectos separados, consideró que fue «una evolución natural» que todas se reencontrasen en esta película, con la propia Swinton en el centro de su diseño de vestuario. «No puedo diseñar sin saber quién lo lleva, eso es lo más importante», dice Powell. «Así veo el aire general, qué tipo de cosas podría hacer. No se trata solo de la parte física y el color, sino de la presencia que van a tener, de cómo se sostienen. Y sus opiniones cuentan de verdad, porque estamos construyendo un personaje: no me limito a poner vestidos a la gente o a ponerlas guapas para a hacer como para salir por la noche. Los ayudo a creerse el personaje».
Eduardo Manostijeras, 1990
“Eduardo Manostijeras… nació de la calle”, recuerda la diseñadora de vestuario Colleen Atwood, ganadora de cuatro premios Oscar, sobre el legendario traje que llevó Johnny Depp en la película homónima de Tim Burton en 1990. “Nació de Canal Street y Orchard Street, en aquella época en que había vendedores ambulantes vendiendo todo tipo de cosas… Teníamos muy presente la idea de este personaje remendado, atrapado en un vestuario que era una mezcla de bondage y funcionalidad, con un toque ligeramente victoriano.”
“Eduardo es un personaje nacido de la imaginación de Tim”, continúa Atwood. “Siempre digo que Tim es un dibujante de personas: tiene todos esos bocetos, esas figuras esquemáticas que provienen de su imaginación y que lo acompañan durante todo su viaje creativo. Ese fue, en cierto modo, mi punto de partida.” Atwood ha recreado el vestuario de Eduardo Manostijeras —que aquí luce la modelo Anok Yai— para Vogue World: Hollywood. “¡Es absolutamente increíble… una criatura celestial!”, exclama. Yai también lleva un conjunto inspirado en el personaje, firmado por Sean McGirr para McQueen. —JCU
Érase una vez… en Hollywood, 2019
Arianne Phillips se ha forjado una carrera como diseñadora de vestuario en películas con personajes reales, como Bob Dylan y Johnny Cash en A Complete Unknown y En la cuerda floja. También, vistió a la Sharon Tate de «Érase una vez… en Hollywood«, de Quentin Tarantino. «Sentí que era mi responsabilidad representar a Sharon de la forma más auténtica posible», cuenta Phillips a Vogue. «No solo era una actriz guapa y maravillosa; era una it girl«.
El abrigo de estampado de pitón que lleva la Sharon Tate de Margot Robbie a la mansión Playboy en la película está inspirado en el de Ossie Clark que lució en la vida real en el estreno londinense de La semilla del diablo en 1968. «Sharon y Roman Polanski vivieron en Londres durante los días de gloria de Carnaby Street», dice Phillips, “y vivieron todos los maravillosos hitos de la moda y el rock que coincidieron a finales de los 60, justo la época en que se ambienta la película». Tarantino ha accedido generosamente a prestar el abrigo a Vogue World: Hollywood, donde también hará su aparición la fiel reproducción de Marc Jacobs. –Nicole Phelps
El gran Gatsby, 2013
La diseñadora de vestuario australiana Catherine Martin es la segunda mujer de la categoría en ganar varios Oscar en un mismo año (después de Edith Head) y la primera en hacerlo dos veces: una con Moulin Rouge y otra con El gran Gatsby, ambas dirigidas por su marido, Baz Luhrmann.