Té matcha: una mascarilla que relaja e hidrata la piel
Ya hemos hablado en otras ocasiones de las bondades que puede ofrecer el té matcha a la salud y el bienestar pero, ¿y si también pudiese hacer mucho por tu piel? El poder antioxidante y relajante de esta bebida es lo que ha llevado a MASQMAI a formular su nueva mascarilla facial. De hecho, en Estados Unidos ya se empezó a utilizar este té de origen chino (pero popularizado en Japón) en fórmulas handmade de belleza aplicadas directamente sobre la piel junto a otros ingredientes, y funcionaba. Pero seguir recetas en casa para elaborar mascarillas faciales no es para todo el mundo, y optar por una opción más rápida para alargar tu rutina facial es siempre una buena y recomendable dosis de autocuidado. “Desde su lanzamiento en abril hemos vendido más de 1000 unidades solo en nuestro e-commerce, convirtiéndose rápidamente en uno de nuestros bestsellers”, aseguran desde la marca.
El poder antioxidante del té matcha
Si tienes la piel seca o buscas disminuir las rojeces derivadas de una piel acneica o reactiva ante los factores ambientales, el té matcha puede ser tu gran aliado para frenar estas molestias. En forma de mascarilla de gel, Matcha Calming Mask está diseñada para pieles de este tipo, con el poder antioxidante de este té y otros ingredientes que favorecen la descongestión del rostro. “Estamos recibiendo muchas reviews de personas con piel sensible y problemas de acné que la están usando para calmar la piel, hidratarla y ayudarla a hacer frente a la sensación de calor, enrojecimiento e inflamación asociados a estas condiciones cutáneas”, nos cuentan desde la firma española.
El matcha se une en esta mascarilla a otros activos de su formulación como el aloe vera, la centenella asiática, la niacinamida y el aceite de pepita de uva. Todos ellos aportan calma, hidratación y ayudan a regenerar la piel del rostro. “Recomendamos usar la mascarilla siempre que la piel lo necesite y hasta una completa absorción del producto, sin un tiempo límite de uso”, indican desde la firma.
Hidratación y relax tras la exposición solar
Aunque una mascarilla siempre es apta para cualquier gesto de autocuidado, una de las funcionalidades de esta en concreto que puede aprovecharse durante el verano es que también resulta ideal para poner el broche final a un día de playa en el que la piel ha estado expuesta a los rayos solares durante horas (independientemente del tipo de piel). Además de la protección solar correspondiente durante el día, “podríamos usar la mascarilla y continuar con la rutina normal de skincare o de aftersun por la noche”, indican desde la marca. ¿El resultado? Tras haberla probado en este contexto, la piel queda con una sensación extra de hidratación y de relax, efectos muy necesarios tras el calor y la exposición solar.
Y al igual que con las cremas de contorno de ojos, si buscas un efecto relajante o descongestionante y un extra de frescura para tu rostro, hay un truco que repiten los expertos: meterla en la nevera. Una buena forma de notar el efecto frío en la piel y combatir el calor este verano.