El pelo de Blake Lively ha sido un tema de discusión desde su papel de Bridget Vreeland en Uno para todas. En los 19 años siguientes, el pelo de la actriz se ha teñido de rubio dorado, cobrizo, castaño y ahora bronde, pero ha permanecido largo, grueso y frondoso gracias a un secreto que aprendió en el rodaje. Ahora, la actriz acaba de lanzar su propia marca de belleza, Blake Brown, especializada precisamente en cuidar melenas, y además ha desvelado el secreto para lucir su buen pelo: «No conozco a nadie que use acondicionador en mi sector».
¿Cómo? «No es que la gente de la industria del entretenimiento esté dotada de un pelo mejor», me dice Lively por lo bajini. «Usamos un protocolo capilar diferente al que se promociona en el mercado de masas».
El sistema es el siguiente: comprar dos juegos de champú y mascarilla, uno dedicado a la hidratación y otro al fortalecimiento porque «tu pelo necesita las dos cosas», dice Lively. A partir de ahí, lava con champú (a veces dos lavados si tienes mucho producto acumulado en el pelo), aplica una mascarilla durante al menos 30 segundos y aclara. La próxima vez que te duches, cambia el dúo de cuidado por el otro objetivo capilar. Sí, es así de fácil. Y, efectivamente, no hace falta acondicionador.
Lively descubrió la técnica de la mascarilla después de que su primer trabajo le dañara mucho el cabello: «Lo tenía tan estropeado y destrozado que un peluquero me explicó que este proceso podía salvarlo. Cuando fortaleces el pelo, le das base, estructura y estabilidad. Pero si solo le aportas fuerza, se vuelve quebradizo y duro. También necesita hidratación y elasticidad. Y si le das demasiado, se romperá». Lo ideal, pues, es el método de intercambiar tipos de cuidado de un lavado a otro para proporcionarle al pelo todo lo que necesita.
La gama de ocho productos de Blake Brown, que sale a la venta el 4 de agosto, incluye dos sets de champú y mascarilla para cubrir ambas necesidades: el Fundamental Nourishing Shampoo and Mask y el Fundamental Strengthening Shampoo and Mask, con mezclas de fragancias como santal, sándalo, peonía e higo. «La gente piensa que las mascarillas capilares son más bien un producto especializado o un tratamiento puntual», dice, «pero yo las uso siempre a modo de acondicionador». La estrella también confía en una mascarilla prechampú: «Me rijo por el principio de que si te llevas algo, luegi hay que devolverlo. Y eso también lo aplico a mi pelo. Así que si le quito algo al peinarlo, luego se lo devuelvo».