Amigos en la oficina: dan seguridad y bienestar
La película El club de los cinco, del fallecido John Hughes, fue todo un hito del género del mejor cine adolescente. En el filme, su protagonista –la fantástica Molly Ringwald en el papel de la chica popular del instituto Claire Standish–, pasa todo un sábado castigada en el colegio junto con otros adolescentes. Al final del día, los protagonistas salen de allí tras haber forjado entre ellos una ¿duradera? amistad. Si llevamos la historia al terreno laboral, la moraleja sería algo así como que pasar mucho tiempo juntos convierte a personas extrañas en grandes amigos. Hasta hace no tanto tiempo, las amistades laborales, e incluso las mejores amistades, solían desarrollarse a través de una suerte de convivencia obligatoria. Ir a la oficina suponía tener interacciones y conversaciones diarias no planificadas que conducían al descubrimiento de intereses y objetivos compartidos y allanaban el camino para la formación de vínculos reales. Aclaremos que no es que ahora esto no suceda, solo que en el entorno laboral actual, a menudo híbrido o remoto, esperar a que se desarrolle orgánicamente una relación de amistad mientras se toma un café en la cocina o se habla en el pasillo tras una reunión puede implicar una larga espera en el mejor de los casos –o una frustrante sensación de aislamiento durante la jornada laboral en el peor–.
“Con el teletrabajo, las amistades que han surgido en la oficina han tenido que adaptarse mediante la creación de nuevos canales de comunicación para mantener la cercanía a pesar de la distancia. Herramientas digitales como videollamadas y chats, se han vuelto esenciales en estos casos. Además, cuando la relación trasciende lo laboral, los amigos tienden a reunirse fuera del trabajo, manteniendo así el contacto físico”, dice la psicóloga Paula Orell. “Cada relación tiene una dinámica diferente, por lo que, algunas de estas han podido continuar a pesar de la distancia física e incluso se han podido sentir más cerca emocionalmente, mientras que otras han podido deteriorarse. Todas las relaciones experimentan cambios ante nuevas situaciones, con posibles acercamientos o distanciamientos y esto es algo natural pues ya sabemos, como dijo Heráclito, que lo único constante es el cambio. Y ante el cambio, cualquier cosa puede pasar”.
¿Están en crisis las amistades en el trabajo?
En 2024, al escenario de trabajos híbridos o en remoto hay que sumar, además, la rotación en las empresas. Cada vez es menos habitual que una persona comience a trabajar y se jubile en la misma compañía, tal y como les sucedía a nuestros padres y abuelos. Las nuevas generaciones se enfrentan a un contexto laboral diferente, mucho más cambiante, de modo que la manera de establecer vínculos en el trabajo tampoco es la misma. No es que los más jóvenes hayan perdido el interés en los ‘amigos de oficina’, sino que sus expectativas respecto a estas relaciones son otras. “Un estudio de LinkedIn realizado en 2019 encontró que los millennials valoran las conexiones personales en el trabajo, pero también son más propensos a cambiar de empleo con mayor frecuencia, lo que puede dificultar la formación de relaciones a largo plazo. Otro estudio de Harvard Business Review sugiere que, aunque las generaciones más jóvenes buscan significado y propósito en su trabajo, también valoran las relaciones interpersonales y el trabajo en equipo. Por lo que no es tanto que los jóvenes sean reacios a establecer vínculos de amistad en la oficina, sino que sus enfoques y expectativas en torno a estas relaciones pueden ser diferentes. Las empresas que reconocen y adaptan sus culturas laborales a estas diferencias pueden fomentar un ambiente laboral donde las amistades en el trabajo florezcan, incluso entre los empleados más jóvenes”, asegura la psicóloga.
Además, en los nuevos modelos empresariales que hacen un mayor hincapié en el equilibrio entre la vida profesional y laboral se anima a los empleados a buscar la comunidad y la satisfacción fuera de la oficina para que puedan volver renovados. La jornada laboral de cuatro días es prueba de ello. ¿Es esto otro impedimento a las buenas amistades en el ámbito profesional? “Este enfoque puede ser muy beneficioso, ya que la calidad de las relaciones, más que la cantidad de tiempo invertido, es lo que realmente importa. Un modelo empresarial que fomente el equilibrio entre la vida laboral y personal proporciona una mayor calidad de vida y un mayor bienestar, beneficiando así la salud mental de los trabajadores, permitiendo que se relacionen de manera más distendida, amable y respetuosa en su vida y, por tanto, durante las horas de trabajo. Por el contrario, una empresa que no promueva este equilibrio puede ver deteriorada la salud mental de sus empleados, lo que dificultará la creación de un ambiente laboral amistoso”, apunta Orell.
Los amigos del trabajo sí son importantes
Una encuesta de la Asociación Americana de Pediatría de este mismo año reveló que, en Estados Unidos, un tercio de los adultos dicen sentirse solos al menos una vez a la semana; uno de cada diez asegura que se siente así todos los días; mientras que un tercio de los adultos más jóvenes –los que están al principio de su carrera profesional–, dicen sentirse solos todos los días o varias veces a la semana. “Tener buenas amistades en la oficina beneficia, en primer lugar, a las personas involucradas, ya que la amistad proporciona seguridad y bienestar. Además, fomenta el sentimiento de pertenencia al grupo, pues ser seleccionado como amigo por otros compañeros refuerza nuestra autoestima. Las amistades en el trabajo también pueden crear un ambiente laboral más cálido y servir como amortiguadores durante los días malos o los momentos difíciles, proporcionando apoyo y un respiro necesario”, dice la psicóloga. “No obstante, es importante recordar que en el trabajo lo principal es encontrar compañeros, no necesariamente amigos. Si surge una amistad, es un valor añadido, pero no debemos idealizarlo. Además, para la empresa, tener empleados que se sienten bien en sus relaciones interpersonales mejora el ambiente laboral y aumenta la productividad”, añade.
Y aún hay más, ya que cuando se trata de alcanzar el éxito profesional, los amigos de la oficina no son solamente algo ‘agradable’ de tener, a menudo son una parte fundamental para ascender y prosperar. Conocer a personas de otros departamentos diferentes al nuestro, por ejemplo, puede servirnos de gran ayuda. ¿Otra gran ventaja? Te los puedes llevar contigo aunque dejes ese trabajo.