La hinchazón o distensión abdominal —aka tripa hinchada o inflamada— es, como la celulitis, las estrías o la retención de líquidos: un incordio común para todas las mujeres en mayor o menor medida. Porque sí, aunque la magia del photoshop haga de las suyas en más de una publicación de Instagram, si nos alejamos de los filtros y de las fotografías con buena iluminación la sensación de pesadez asociada a ciertos alimentos (y sus efectos en nuestro vientre) es de lo más normal del mundo. Lo que no significa, claro, que no nos apetezca nada sufrirla, especialmente en verano.
Personalmente siempre he formado parte de este popular grupo: tras las comidas, me sentía pesada, hinchada y cansada, aún cuando más he cuidado mi dieta. Al menos, así era hasta que descubrí las bondades de las infusiones antiinflamatorias. “La distensión abdominal es un problema muy común en el que se genera una tensión abdominal con aumento del tamaño del abdomen, lo cual provoca malestar y, en ocasiones, dolor. En la mayoría de los casos se puede tratar con un cambios en el estilo de vida y la alimentación, implementando en nuestra rutina estrategias que puedan ayudar a disminuirla —véase movernos más, caminar, hacer yoga, masajes en el abdomen, una ducha tibia, o simplemente relajarnos—. También es recomendable evitar los endulzantes artificiales, que pueden provocar una acumulación de gas en los intestinos y por tanto esa conocida sensación de hinchazón, e introducir ciertas infusiones en nuestra dieta que contribuyan a reducir la retención de líquidos y disminuyan la inflamación”, argumenta Laura Parada (@lauraparadanutricionista), nutricionista y autora del libro ¿Qué nos mueve a comer así?.
La infusión estrella en concreto para este cometido, la de jengibre: un remedio de toda la vida para mitigar la pesadez y olvidarnos de la tripa hinchada. Tania Grande, tecnóloga alimentaria, lo explica: “El jengibre tiene grandes propiedades antiinflamatorias, por lo que no solo mitiga la sensación de inflamación en nuestro vientre, también ayuda con los dolores de articulaciones, de cabeza, e incluso con el dolor menstrual gracias a los gingeroles, que son los fitonutrientes que le atribuyen su característico sabor dulce y picante. Además, favorece la digestión y reduce los gases ya que tiene la capacidad de aumentar la motilidad gástrica, lo que hace que el estómago de vacíe antes y los nutrientes se absorban mejor en el tracto intestinal”. Basándonos en esta premisa, hablemos de la perfecta infusión de jengibre (recomendada por los expertos) para hacer frente a este incómodo mal común.
Infusiones de jengibre, la solución de toda la vida ante la hinchazón abdominal
“Para reducir la distensión abdominal producida por acumulación de gases o digestiones pesadas aconsejo consumir infusiones a base de jengibre, ya que ayuda a mejorar el vaciado gástrico. El funcionamiento es sencillo: la infusión de jengibre relaja nuestro sistema digestivo y ayuda a eliminar esa sensación de vacío en el estómago que muchas veces no es hambre, sino un aumento de la secreción gástrica y tensión de los músculos en la zona abdominal, entre otros factores», recomienda Parada. En cuanto a cómo y cuándo consumirla para aprovechar al máximo sus beneficios, la experta nos da la respuesta antes de revelarnos la receta de la bebida antiinflamatoria perfecta: “Aconsejo tomarla entre horas por su efecto saciante, o después de las comidas para mejorar la digestión. Además de esto, puede ayudarnos a aliviar las náuseas, favorecer la pérdida de peso y evitar malestares estomacales”.
La receta de la perfecta bebida antiinflamatoria
“Basta con colocar en una cacerola o tetera agua, anís, rodajas de limón, jengibre y manzana, una bolsita de té de manzanilla y hervir durante unos pocos minutos. Luego, dejamos enfriar y servimos con un poco de zumo de piña natural, ¡y listo!”.
Otros alimentos para reducir la hinchazón abdominal, según la nutricionista
En materia de buenos hábitos y con la premisa de las infusiones antiinflamatorias, he aquí otros cinco alimentos que la experta en nutrición recomienda tener en cuenta para el mismo fin: conseguir unas mejores digestiones, menos pesadas y más rápidas.
- Limón: ayuda a estimular los procesos digestivos y tiene propiedades diuréticas, que contribuyen a normalizar el nivel de sodio en el cuerpo y reducir la retención de líquidos. Los alimentos procesados aumentan los niveles de sodio —lo que puede incrementar la retención de líquidos y la hinchazón—, por lo que consumir la cantidad correcta de sodio es de gran ayuda.
- Té de manzanilla o menta: puede ayudar a reducir la distensión abdominal al aliviar las molestias en el tracto gastrointestinal y mejorar el proceso digestivo.
- El anís estrellado: mejora la digestión de los alimentos y es conocido por su efecto carminativo (es decir, facilita la eliminación de gases), además de poseer efecto antiespasmódico.
- Piña: además de su efecto diurético contiene una enzima conocida como bromelina, la cual ayuda a descomponer las proteínas dentro del tracto gastrointestinal, lo que facilita la digestión. También tiene propiedades antiinflamatorias que pueden ayudar a aliviar la inflamación en el sistema gastrointestinal y mejorar la digestión. La bromelina se puede consumir tras una ingesta copiosa para reducir los problemas digestivos o la pesadez estomacal.
- Manzana: su contenido de fibra actuaría como prebiótico, disminuyendo la inflamación por expresión de las moléculas supresoras de la señalización antiinflamatoria.