Antes de la gira de prensa de Rivales, Zendaya recibió un baúl lleno de zapatos So Kate de Christian Louboutin. Cuarenta pares, para ser exactos. Su estilista, Law Roach, entabló amistad con el zapatero después de que este autoproclamado arquitecto de la imagen acostumbrara los pies de su clienta de 14 años a esos vertiginosas tacones, y desde entonces los unos y la otra han permanecido felizmente unidas.
La historia es la siguiente: cuando la joven estrella de Disney recurrió a la ayuda de Roach para seleccionar atuendos para importantes eventos del mundillo del pop, como el estreno de Never Say Never de Justin Bieber, Law divisó una oportunidad: «Trazar un plan para que una chica increíble mostrara al mundo lo que yo veía en ella». En el eje de este «plan», naturalmente, estaban unos zapatos magníficos, pero cuando esta luminosa joven se calzó por primera vez sus ‘So Kate’ de doce centímetros para un día completo de prensa acabó cojeando.
«No te los vas a quitar», dijo Roach en aquel momento, según el podcast Cutting Floor. «Se los ponía, y al día siguiente otra vez, y otra, hasta que se convirtió en algo nuestro. Y ahora sus pies están acostumbrados: puede llevar esos tacones todo el día, bailar con ellos, levantar las piernas, correr escaleras abajo…». En 2024, cuando las marcas se ofrecen a enviar a Zendaya zapatos para la alfombra roja, la respuesta de Roach es que solo lleva So Kates: para algo tiene más de 40 pares sin estrenar.
Que allá por la década de 2010 Roach haya elegido uno de los zapatos más versátiles (aunque el más doloroso) como seña de identidad de su clienta fue un movimiento inteligente. Estos Louboutin llevan detrás la historia de la chica cool por antonomasia. Nacido en 2012, el diseño So Kate se inspiró en el estilo clásico e inimitable de Kate Moss, amiga del zapatero. «Kate tiene un estilo agudo, sencillo y al mismo tiempo muy complejo muy complejo», declaró a Vogue sobre su musa. Con suela lacada en rojo fuego y una sutil escote en la puntera, el zapato, según Louboutin, “nació para atraer miradas”. Igual que la modelo que le da nombre.
Más allá de la rotundidad de los tacones globo de Loewe o las botas de herradura de McQueen, los So Kate han sido un lienzo en blanco para el camaleónico estilo de Zendaya a lo largo de los años. Fue la primera actriz de su generación que se adentró en la tendencia del method-dressing, y desde entonces ha superado a todo el mundo con sus trajes de robot antropomorfo del Mugler de los 90 (een la gira promocional de Dune: Parte 2 fue algo para recordar), la alta costura de Celia Kritharioti con pelota de tenis (sí, lo has adivinado: en la de Rivales) y sus looks de Julieta moderna mientras veía a Tom Holland, su propio Romeo, actuar en el West End. Puede que no haya habido puntapiés literales, pero metafóricamente Zendaya ha pateado alto y fuerte su camino hacia la cima de la moda gracias a este infalible calzado, que milagrosamente queda bien con absolutamente todo.
Según Roach, no ha habido «ninguna prebenda», ningún patrocinio, ningún apoyo premeditado. Casi una década después, estos zapatos le siguen funcionando y ninguna otra marca ha conseguido que abandone su piel de becerro acharolada. En los últimos años, las grandes firmas de lujo (desde Valentino a Louis Vuitton) se han hecho con los servicios de Zendaya. De hecho, es casi imposible mantenerse en pie cuando los conglomerados llaman a su puerta. Tal vez esos So Kate (inspirados en un icono para un icono en ciernes) hagan que todas caminemos un poco más alto.
Este artículo se publicó originalmente en Vogue.co.uk. Traducción y adaptación: Carmen Cocina.