Es complicado dictar sentencia en el terreno gastronómico. Pero, mi opinión, en este caso no hay discusión: Zalacaín tiene el mejor steak tartar de Madrid. En el emblemático restaurante de Madrid consiguen elevar la experiencia antes incluso de probar el plato. La preparación se hace en mesa y consiguen –con una exactitud asombrosa– el punto exacto de picante que exige el comensal. El protagonista es un solomillo de vaca cortado a cuchillo que aderezan al modo tradicional. Y, para coronarlo, lo acompañan de sus archifamosas patatas suflé –cuentan con una persona en cocina dedicada exclusivamente a la elaboración de esta guarnición–. En una sola palabra: insuperable.
Precio del steak tartar solomillo de Zalacaín: 45 €.
#Pabblo
La última apertura del Grupo Carbón hizo que me obsesionara con un bocado de steak tartar. A diferencia de Zalacaín –donde forma parte de la sección de platos principales–, en Pabblo se sirve como un entrante. Y, aunque la carne picada es la protagonista, aquí optan por una combinación que se aleja de la receta clásica. Se ofrece por unidad y se sirve sobre un milhojas de patata –supercrujiente por fuera, tierno en su interior– y se corona con un huevo frito de codorniz. Un bocado plagado de sabor y textura perfecto para dar comienzo a una comida de altura.
Precio del bocadito de patata crujiente y steak tartar de Pabblo: 5 €.
#3. Market at Edition
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